Acto de bienvenida en el colegio Martínez Torres de Aldaia a los alumnos del colegio Mariano Belliure que retomaron sus clases semanas después de la dana. EFE/Kai Försterling
“Hay miles de niños, niñas y adolescentes que han vivido varias situaciones difíciles en pocos años. Ellos y sus familias necesitan urgentemente atención psicológica, porque el impacto de la dana en su salud mental ha sido enorme. Es muy importante que tratemos su salud mental ahora para evitar problemas mayores en el futuro”, apunta Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la Comunidad Valenciana.
Los psicólogos recomiendan observar a los pequeños y si muestran señales de estrés postraumático, ansiedad prolongada o cambios significativos en su comportamiento (pesadillas frecuentes, retraimiento social, llanto constante), especialmente entre 6 y 8 semanas después de la crisis de la dana, puede ser recomendable buscar ayuda de un profesional.
Algunos se han olvidado de escribir
La devastación de las inundaciones, que han provocado más de doscientas muertes, ha creado en los menores estrés y “un entorno de inseguridad”.
Una situación que no es nueva, según los psicólogos de Save the Children, puesto que algunos síntomas ya los vivieron durante la pandemia y el confinamiento.
Los menores afectados por la dana tienen pesadillas recurrentes, miedo a la lluvia y llegan a vomitar o a tener ataques de ansiedad, además de mutismo o problemas con el sueño.
“También hay niños y niñas que se han olvidado de leer y escribir a los 9 años, otros nos dicen que huele a muerto en la calle y no quieren salir de casa”, pone de ejemplo Rodrigo Hernández.
Bloqueo y encierro en sí mismos, los síntomas de los adolescentes
En el caso de los adolescentes algunos de los síntomas más frecuentes son los bloqueos y no querer hablar sobre el tema.
Un mes después de la tragedia, algunos adolescentes experimentan ira, rabia, problemas de sueño y confusión, pero poco a poco algunos de ellos entrarán en una etapa de tristeza, según Save the Children.
Muchos adolescentes se aíslan en sus habitaciones con sus dispositivos móviles en redes sociales, con tabletas, jugando a la videoconsola o viendo la televisión, lo que puede afectar a su seguridad y a su bienestar emocional. En algunos casos, también se están acentuando los trastornos de conducta alimentaria y de ansiedad.
Vivir la tragedia como la viven los adultos
Save the Children asegura que muchos de los niños y niñas más pequeños están viviendo la situación en función de cómo la viven sus familias.
“Los adultos son como los ojos a través de los que niños y niñas ven esta realidad. Por ello, es importante que las familias puedan mantener la calma en la medida de lo posible, ya que demostrar autocontrol ayuda a que se sientan seguros”, afirma el responsable de la organización en la Comunidad Valenciana.
Milagros es una madre afectada por la dana en Catarroja y sus dos hijas, de cuatro y nueve años, han experimentado problemas de salud mental: “La pequeña me decía que no quería salir de casa, que la lleváramos a casa. Pero nos tocó salir y caminar mucho porque era la única manera de llegar a Valencia, caminando. Ahora me dice muchas veces que no quiere salir más”.
Esta mujer ha perdido algún trabajo como limpiadora de hogar y su caso no es único.
“Más de 36.000 niños y niñas menores de 16 años de las diferentes zonas afectadas estaban ya en riesgo de pobreza o exclusión social antes de la catástrofe, según el Instituto Valenciano de Estadística, por lo que si acceder a un psicólogo ya era algo complicado ahora es prácticamente imposible. Si queremos reconstruir la Comunitat Valenciana de forma efectiva tenemos que empezar por la infancia más vulnerable”, señala Hernández.
¿Cómo enfocar la atención psicológica tras la dana?
Save the Children considera fundamental tras la dana ofrecer una atención psicológica basada en:
- Implementación de medidas de acompañamiento psicosocial con enfoque de infancia.
- Profesionales especializados para responder al impacto de la catástrofe en menores, en especial aquellos en situación de vulnerabilidad.
- Desarrollo de programas de formación al profesorado sobre apoyo psicosocial y educación emocional, para incorporarlo en la gestión de aula y la docencia.
- Información a las familias sobre las reacciones emocionales normales después de un desastre y cómo manejarlas.
Una guía para las familias
Save the Children ha preparado una guía que aporta pautas para el acompañamiento por parte de los familiares ante el impacto de los niños, niñas y adolescentes por una situación de crisis o catástrofes naturales. Destacan:
- Controlar el acceso a noticias ya que las imágenes e información repetitiva pueden aumentar la ansiedad.
- No ocultar la realidad a los menores, sino explicársela con un lenguaje adaptado a su edad y no sobreinformarles.
- Visión más positiva de la catástrofe, centrada en la solidaridad y en las soluciones.
- Ofrecer apoyo emocional.
Espacios seguros y amigables para la infancia
Tras el paso de la dana y la destrucción y cierre de colegios, Save the Children ha puesto en marcha algunos espacios seguros y amigables para la infancia como los que se ubican en las localidades valencianas de Sedaví y La Torre.
En estos espacios un equipo de profesionales, entre los que hay trabajadoras sociales, psicólogos, educadoras o pedagogos, ofrecen a los niños y niñas apoyo emocional, físico y educativo en un entorno seguro, a la vez que están protegidos. Además, realizan actividades deportivas, creativas y también juegan.