Son algunos de los datos del Estudio Sanitas sobre la Salud del Sueño, que hace una radiografía de cómo duerme la población española, y revela que más de la mitad (el 52,6 %) duerme menos de 7 horas al día; un 44,5 %, entre 7 y 8 horas; y solo un 2,9 % duerme 9 o más horas al día.
Dormir más y mejor
El 61 % considera que duerme bien, si bien al 93,3 % le gustaría dormir mejor. Al 84,4 %, dormir más.
En este sentido, son las personas de 65 a 75 años quienes, en mayor porcentaje que el resto, señalan que les gustaría dormir mejor.
¿Y quienes son los que más duermen? Son los hombres que tienen mayores ingresos, con una media de sueño de entre seis y ocho horas. Las mujeres, las personas de entre 55 y 64 años, y los que tienen menos ingresos duermen menos.
Despertares nocturnos
Y no solo dormimos menos de lo recomendado, sino que también nos despertamos por las noches: al 86,7 % le ocurre. De este porcentaje, el 35,7 % se despierta una vez, mientras que un 51 % lo hace varias veces.
Las personas de 18 a 24 años y aquellos que residen en poblaciones de menos de 10.000 habitantes son lo que aseguran más que el resto que no duermen mal ni se despiertan por las noches.
Por otra parte, los encuestados tienen claro que, a sus respectivas edades, deberían dormir una media diaria de 8 horas. En este sentido, el 81,8 % cree que son necesarias entre 7 y 8 horas de sueño diario; y un 15,5 %, más de 9 horas al día.
El jefe de servicio de Neurología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, Ventura Anciones, afirma que la mayoría de los adultos necesita entre siete y ocho horas de sueño de calidad para mantener un buen equilibrio físico y mental.
“El sueño no es simplemente un estado pasivo, sino un proceso activo y esencial que permite al cuerpo y al cerebro recuperarse, regular las emociones, consolidar la memoria y mantener el equilibrio metabólico”, afirma Anciones, quien también es el coordinador de la Unidad del Sueño del citado hospital.
Ansiedad, estrés…
El estrés o la ansiedad son los culpables de que se duerma mal y no se lleguen a las horas recomendadas de sueño, tal y como comenta el 51,7 % de los entrevistados.
También las preocupaciones económicas o familiares (34,1%); el uso de pantallas antes de dormir (30,7%); los malos hábitos de sueño en cuanto a los horarios; ruidos y molestias (25,6 %) y el 23,4 %, por problemas físicos, como el dolor.
Consecuencias para la salud
Dormir pocas horas de sueño y de poca calidad provoca al 78,2 % cansancio durante el día, así como falta de energía y motivación al 58 %; y cambios de humor o irritabilidad, al 43,2 %.
Y los encuestados consideran que la falta de horas de sueño puede derivar en alteraciones del estado de ánimo (así lo afirma el 61,9 %), trastornos de ansiedad (54,8 %) y la disminución del rendimiento académico o laboral (48,4 %), entre las principales consecuencias.
“Cuando se duerme menos de forma continuada, no solo disminuye el rendimiento diario, también aumenta el riesgo de hipertensión, ansiedad o trastornos metabólicos”, subraya Anciones.
En busca de la solución
Para dormir mejor, echan mano de infusiones naturales (31,2 %), tratan de evitar el uso de pantallas (28,8 %) y mantienen una rutina de sueño fija (27,9 %). El 21,3 % no hace nada para dormir mejor.
Como solución, el 44,8 % toma o ha tomado en alguna ocasión medicación para dormir, de los que el 13,6 % lo hace cada noche; un 6,4 %, varias veces por semana; y un 24,8 % solo en situaciones puntuales con mucho estrés o ansiedad.
El 43,9 % ha buscado información para dormir mejor: bien por su cuenta (22,8 %) o consultado a un profesional de la salud (21,1 %).
El 84 % utiliza dispositivos tecnológicos media hora antes de irse a dormir, de los que el 39, 7 % lo hace siempre y un 44,8 %, a veces.
Son los más jóvenes -aquellos entre 18 y 34 años- quienes usan más los dispositivos tecnológicos antes de ir a dormir, un porcentaje que alcanza hasta el 95 % en el caso de los que tienen entre 25 y 34 años.
Los que menos los usan son los mayores de 55 años.
Para mejorar los hábitos de sueño, los entrevistados creen que hay que mantener horarios regulares, cenar ligero, temprano y evitar las pantallas antes de irse a dormir, indica el estudio de Sanitas.