Según medios estadounidenses, Joe Biden autorizó a Ucrania a que utilice esa clase de armamento, después de un bombardeo masivo ruso a las infraestructuras energéticas ucranianas, que dejó al menos 11 muertos.
Ucrania, enfrentada a la invasión rusa desde febrero de 2022, llevaba tiempo reclamando este cambio de estrategia. El presidente Zelenski lo mencionó en su discurso diario el domingo por la noche, sin confirmarlo directamente.
Recordando la importancia de la «capacidad de largo alcance» de su ejército, Zelenski señaló que «hoy, numerosos medios informan que hemos recibido la autorización de tomar medidas adecuadas».
«Pero los bombardeos no se llevan a cabo con ayuda de las palabras. Cosas como esta no se anuncian«, añadió. «Los misiles hablarán por sí solos», subrayó.
Este anuncio se produjo poco antes de la salida de Joe Biden de la Casa Blanca y el regreso del republicano Donald Trump, muy crítico respecto a la ayuda estadounidense a Ucrania. Kiev teme que el presidente electo suprima la ayuda financiera que le suministra o intente forzar a Ucrania a concluir un acuerdo con Rusia.
Zelenski reclama desde hace meses la autorización de utilizar los misiles Storm Shadow británicos y los misiles estadounidenses ATACMS para atacar objetivos más al interior del territorio ruso.
Estas armas de un alcance máximo de varios cientos de kilómetros permitirían a Ucrania llegar a centros logísticos del ejército ruso y a los aeródromos desde donde despegan sus bombarderos.
Pero varios países, incluido Estados Unidos, se negaban hasta ahora a dar luz verde, por temor a una escalada con Moscú.
En Rusia recordaron que Putin ya advirtió de consecuencias por ataques con armas de largo alcance
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ya advirtió a Occidente de las consecuencias del permiso a Kiev para el uso de armas de largo alcance para ataques en territorio ruso, señaló esta noche Exteriores de este país.
«El presidente ya se ha pronunciado al respecto«, dijo al portal RBC la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, en una aparente referencia a unas declaraciones del jefe del Kremlin del pasado septiembre que en las últimas horas han reproducido varios medios rusos.
El líder ruso dijo entonces que si Occidente accede a autorizar ataques dentro de Rusia con sus misiles de largo alcance, eso cambiaría la «esencia» y la «naturaleza» del conflicto en Ucrania.
«Esto significará que los países de la OTAN, EE.UU. y los estados europeos, están combatiendo con Rusia», aseguró Putin el 13 de septiembre.
Días después, el presidente ruso propuso cambios en la doctrina nuclear de su país, que le permitirían usar esas armas en respuesta a un ataque aéreo «masivo», volviendo a agitar una amenaza recurrente desde el inicio de la ofensiva militar rusa en Ucrania.
«Consideramos esa posibilidad si recibimos información confiable de un lanzamiento masivo de medios de ataque aeroespaciales», declaró Putin en una reunión televisada con sus asesores.
Se refirió, específicamente, a «los aviones estratégicos o tácticos, a los misiles de crucero, a los drones hipersónicos de armamento y a otros aviones”.
Rusia, afirmó Putin, siempre trató la cuestión de las armas nucleares «con el mayor grado de responsabilidad», al considerarla «una medida extrema para proteger la soberanía del país». De modo que, incluso las propuestas para actualizar la doctrina, son calculadas y proporcionales a las amenazas.
Putin pareció referirse a una eventualidad de ese tipo al afirmar que su propuesta prevé «considerar una agresión contra Rusia por parte de un país no nuclear, pero con participación o apoyo de un país nuclear, como un ataque conjunto contra la Federación de Rusia».
Con información de EFE y AFP.