Al menos 34 personas murieron y casi 300 permanecían desparecidas tras la rotura de una represa de la minera Vale en el estado brasileño de Minas Gerais, donde los bomberos rescataron esta mañana a otros 46 supervivientes que fueron trasladados a distintos centros de salud, informaron este sábado fuentes oficiales.
Según la agencia de noticias DPA, el Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais informó a la prensa local que el número de cuerpos rescatados tras la ruptura de la represa de residuos de la minera Vale en Brumadinho ascendió a 34 y confirmó el hallazgo de un autobús con empleados de la empresa, cuyos ocupantes ninguno sobrevivió.
En tanto, los datos relevados por la agencia Brasil, 166 funcionarios de la Vale y 130 trabajadores tercerizados permanecen desaparecidos; mientras que de las 176 personas encontradas con vida, 23 están hospitalizadas.
Además, una fuerte lluvia comenzó a caer poco después de las 15 en la localidad de Brumadinho, lo que puede afectar la labor de los rescatistas que se concentraron en cuatro áreas donde se estima que puede haber sobrevivientes.
Las instalaciones de la empresa y gran parte de la localidad de Brumadinho quedaron sepultada ayer por la avalancha de lodo provocada por la rotura de una represa y el desborde de otras dos que contenían residuos minerales de la compañía Vale, la mayor productora mundial de hierro.
Además, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sobrevoló en este jornada a bordo de un helicóptero la zona cubierta por el alud de barro y observó la situación en la localidad de 39 mil habitantes, parcialmente cubierta por el lodazal, según consignó Ansa.
Una fuerte lluvia comenzó a caer esta tarde en la localidad de Brumadinho, en el estado brasileño de Minas Gerais, que quedó sepultada por una avalancha de lodo por la rotura de una represa y el desborde de otras dos que contenían residuos minerales de la compañía Vale, la mayor productora mundial de hierro, lo que complica el rescate.
Según el pronóstico, la precipitación puede afectar la labor de los rescatistas que se concentraron en cuatro áreas donde se estima que puede haber sobrevivientes, donde más de un centenar de bomberos siguen en la búsqueda de víctimas de la tragedia que ya deja un saldo provisorio de 11 muertos y casi 300 desaparecidos.
La lluvia también aumentó la preocupación sobre el riesgo de que desborde otra represa, ésta de agua, donde se instalaron equipos para realizar el drenaje.