Estudiantes de distintas universidades nacionales expresaron su preocupación ante el desfinanciamiento de la educación pública que pone “en peligro” el futuro de jóvenes en todo el país, al tiempo que convocaron a movilizarse en la Marcha Nacional Universitaria, que tendrá lugar este martes, para contrarrestar lo que consideraron un contexto de “anestesia social” signado por “discursos de desprecio” hacia lo público y el acceso a “iguales derechos” para los distintos sectores sociales.
“Eso de que los pobres no llegan a la universidad, que decían como un diagnóstico, ahora parece ser un plan de gobierno. Es increíble lo que está sucediendo, por eso es fundamental que el movimiento estudiantil se organice y que participe de estas luchas”, expresó a Somos Télam Sofía Pereira (28), estudiante de Ciencias Geológicas en la Universidad Nacional de San Juan.
El contexto de emergencia presupuestaria que atraviesan las universidades, aseguró la joven, “profundiza el malestar que tenemos a diario como jóvenes argentinos de no saber si vamos a cumplir nuestro sueño de egresarnos y tener un título profesional”.
“Quien soy actualmente como persona se lo debo a la universidad pública a la que pude acceder y quiero que esa oportunidad la tengan todos los sanjuaninos y sanjuaninas, y los jóvenes de todo el país, y que nos movilicemos este martes para cuidar nuestra casa común”, enfatizó la estudiante.
Desde las 15.30 de este martes, docentes, no docentes, autoridades, investigadores y estudiantes universitarios se congregarán en lo que se espera sea una multitudinaria marcha nacional en las principales ciudades de cada provincia del país y del Congreso a Plaza de Mayo en el caso de la Ciudad de Buenos Aires, para reclamar contra el desfinanciamiento dispuesto por la gestión de Javier Milei.
“(El gobierno) ajusta para poder llevar adelante los planes de arancelar las universidades y que esta sea solo para unos pocos. Por eso es importante que salgamos a las calles no solo los estudiantes sino todas aquellas personas que entendemos la importancia de tener una educación que sea gratuita porque es un derecho”, sostuvo por su parte Lucía Flores, próxima a graduarse como socióloga por la Universidad Nacional del Comahue (UNComa).
“Desfinancian el futuro”
“En la UNComa, el peligro de la deserción es inminente”, alertó la también Consejera Superior Estudiantil de esa casa de estudios. Al igual que en otras provincias, hay facultades que quedan alejadas de las grandes ciudades, como Neuquén o Cipolletti en el caso de la UNComa, lo que implica que muchos estudiantes deban viajar “todos los días para cursar, que al día de hoy significa el gasto de 6.400 pesos al dia en transporte”.
Con el recorte de subsidios en transporte, son “muy pocos los que pueden costear esos precios” y de a poco muchos tienen que “dejar de cursar materias para poder conseguir nuevos trabajos o porque no pueden viajar de manera cotidiana”, describió la joven.
“El hecho de que desfinancien a las universidades, institutos de formación y organismos de investigación significa que desfinancian el futuro de nuestro país, de futuros profesionales al servicio del pueblo”, agregó Lucía, hija de madre docente y padre chacarero que será la primera en su familia en recibirse en una universidad.
En la misma línea, Isaías Díaz (27), estudiante avanzado de Ciencia Política y consiliario estudiantil del consejo superior en la Universidad Nacional de La Rioja, apuntó: “El recorte presupuestario y la falta de prioridad del Gobierno nacional a la educación nos precariza en la cursada presencial diaria, llevando a los docentes a optar por clases virtuales ante la imposibilidad de costear los gastos de traslado”.
La crisis económica, aseguró, impacta a su vez “a los estudiantes ante la imposibilidad de la apertura del comedor universitario y las becas que brinda la universidad”.
“En ese contexto, desde La Rioja vamos a participar de la marcha nacional universitaria para defender nuestro orgullo que es la universidad pública reconocida a nivel mundial”, agregó el joven, quien aseguró que acceder a la universidad pública significó para él “la posibilidad de ser la primera generación de mi familia en ser profesional”.
Según advirtió la Conadu, la federación de docentes universitarios más representativa del país, este año el Gobierno otorgó el mismo presupuesto que el año anterior, con una inflación del 270%, lo que hace imposible el funcionamiento de las universidades en condiciones normales.
La incertidumbre en medio del ajuste
“Empecé el cuatrimestre sin saber si voy a poder terminarlo, estudio sin saber si voy a poder rendir el último parcial de las materias”, contó Mora (23), estudiante de Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires, quien expresó que “no sabría cómo seguir” sus estudios en caso de no contar con la educación pública y gratuita.
“La salida para el que no puede seguir en la universidad pública no es pasarse a una privada, es dejar de tener el derecho a estudiar una carrera. Se vuelve privilegio lo que es un derecho”, enfatizó la joven.
Y continuó: “Tenemos que movilizarnos todos para que se vea la cantidad de personas que forma parte de la comunidad académica, que hoy en día somos estudiantes, pero mañana seremos los futuros profesionales del país”.
“Hace meses que venimos pensando en qué hacer en un momento de anestesia social y con muchos discursos de desprecio hacia la universidad pública, y una movilización federal (y esperemos) masiva de todas las universidades nacionales no sólo va a dar de qué hablar sino también nos daría un sentimiento de comunidad y unidad que tanto nos hace falta”, agregó por su parte Sofía (22), estudiante avanzada de Ciencias de la Educación en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
“Siempre fue un factor de orgullo vivir en un país con tantas universidades nacionales, y, encima, con una de las mejores universidades en América Latina (por la UBA). Puede haber mil cosas para discutir en la UBA, pero sin presupuesto no podemos replantear nada”, aseveró.
Al igual que muchas de las universidades de todo el país, la Universidad de Buenos Aires podría “cerrar” en dos o tres meses si el Gobierno no actualiza el presupuesto, según indicó días atrás el rector de esta institución, Ricardo Gelpi.
“La universidad es todo para mí. Es la oportunidad que no tendría si me hubiera quedado en la provincia donde nací (Jujuy). Es la oportunidad de mi vida, de ser la primera médica en la familia, una profesional formada en una importantísima institución”, expresó a Somos Télam Paula Adasme (24), estudiante de quinto año de Medicina en la UBA, que realiza sus prácticas en el Hospital de Clínicas, también universitario.
“No está bueno ver en peligro el futuro de cada uno de nosotros”, añadió la joven, quien se sumará a la movilización. “De alguna manera, a todos nos llega un pedacito de la formación pública, por eso hay que defenderla”, alentó.
Respecto a las condiciones de cursada, Paula Cravero (27), también estudiante de Medicina en la UBA, señaló: “La falta de ascensores en funcionamiento nos suelen hacer llegar tarde (a las clases), la falta de presupuesto hace que no se abran cursadas extras y que no alcancen las aulas ni los docentes. Terminamos sobreexplotando los cupos y recibiendo una educación de peor calidad”.
A cuatro materias de finalizar su carrera, Paula expresó que, el contexto actual, le genera al estudiantado “ansiedad de no saber si el mes que viene seguimos cursando y angustia porque se descuide algo que nos hace tan importantes a nivel mundial”.
Respecto a la marcha universitaria, aseguró que “es más importante que nunca”: “Tenemos que defender lo nuestro, lo que funciona y demostrar que no nos da igual. Que la educación es la columna del país que soñamos y que la vamos a defender aunque molestemos”, cerró.