Tres de cada 10 chicas y chicos viven en hogares con ingresos insuficientes y, al mismo tiempo, tienen al menos un derecho básico vulnerado, con lo cual son 3,7 millones los niños que enfrentan ambos tipos de privaciones simultáneamente. Así lo consigna un informe presentado hoy por Unicef y realizado en base a datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec.«La magnitud y persistencia de la pobreza generan la necesidad urgente de proteger las partidas presupuestarias destinadas a infancia y adolescencia», afirmó Luisa Brumana, representante de Unicef Argentina, durante la presentación realizada en las oficinas de la organización en el barrio porteño de Retiro.
Según el informe, son aproximadamente 8,8 millones las niñas y los niños que experimentan carencias monetarias o de algunos de los derechos fundamentales considerados en la EPH. En concreto, dos de cada tres niñas y niños de Argentina (66%) son pobres por ingresos o están privados de derechos básicos, como el acceso a la educación, a una vivienda y a condiciones de agua o hábitat seguros.
«Esta situación, que refleja el núcleo más duro de la pobreza, se mantiene desde hace más de seis años», se advierte en el estudio denominado «Pobreza monetaria y privaciones no monetarias en niñas, niños y adolescentes en Argentina».