El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que en abril la Canasta Básica Total (CBT) para un hogar compuesto por dos adultos y dos menores se ubicó en $ 1.110.063, mientras que el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) para ese mismo tipo de familia alcanzó a 502.291 pesos. Esto significó que ese fue el ingreso mínimo mensual necesario para que ese hogar no fuera considerado pobre o indigente, respectivamente, mientras que el Salario Mínimo Vital y Móvil (Smvm) fue de 302.000 pesos, la situación es compleja porque con dos remuneraciones mínimas las familias siguen por debajo de la línea de pobreza.
La CBT refleja el costo de una serie de bienes y servicios esenciales que exceden el mero consumo alimentario e incluye también gastos en transporte, salud, educación, vestimenta y otros rubros básicos. En cambio, la CBA incluye sólo los productos alimenticios indispensables para cubrir las necesidades calóricas de los integrantes de un hogar, según los parámetros fijados por el Indec. Estos valores no incluyen el costo de alquilar una vivienda.
Para un adulto equivalente, la línea de pobreza se ubicó en $ 359.244, mientras que la de indigencia fue de 162.554 pesos. Estas cifras representan los ingresos mínimos individuales mensuales requeridos para satisfacer las necesidades básicas con y sin acceso a otros bienes no alimentarios.
En comparación con marzo, la canasta básica alimentaria registró un aumento de 1,3%, y la canasta básica total, una suba de 0,9%. Ambas mostraron una desaceleración significativa respecto a meses previos. En términos acumulados, desde enero hasta abril de 2025, la CBA subió un 11,8%, mientras que la CBT aumentó un 8,4 por ciento.
En la comparación interanual con abril de 2024, la CBA mostró una variación del 34,6%, y la CBT una variación del 34%. Estos incrementos fueron menores a los observados en meses anteriores.
Luego de difundir la inflación de abril, que fue de 2,8%, tal como venían anunciando las principales consultoras, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer la valoración de las Canastas Básicas, es decir, los precios que determinan las líneas de pobreza e indigencia.
Según el organismo, la división con mayor alza mensual en abril de 2025 fue Restaurantes y hoteles (4,1%), escoltada por Recreación y cultura (4%). Asimismo, Alimentos y bebidas no alcohólicas aportó la mayor incidencia sobre la variación mensual en todas las regiones del país.
Volviendo al informe también presentó ejemplos para distintos tipos de hogares. Un hogar de tres personas, integrado por una mujer de 35 años, su hijo de 18 y su madre de 61, necesitó $ 883.740 para no ser pobre y $ 399.882 para no ser indigente.
Por su parte, un hogar de cinco integrantes, compuesto por una pareja de 30 años y tres hijos de 1, 3 y 5 años, requirió $ 1.167.542 para superar la línea de pobreza y $ 528.300 para no caer en la indigencia.
Desde abril de 2024 hasta el mismo mes de 2025, el valor de la Canasta Básica Alimentaria para un adulto equivalente creció de $ 120.726 a $ 162.554. Para un hogar tipo de cuatro personas, pasó de $ 373.044 a $ 502.291, reflejando un aumento de 129.247 pesos en el lapso de doce meses.
En cuanto a la Canasta Básica Total, en abril de 2024 un adulto equivalente necesitaba $ 268.012 para no ser pobre, mientras que en abril de 2025 la cifra alcanzó los $ 359.243. Para el hogar tipo, la CBT subió de $ 828.158 a $ 1.110.063, con una diferencia absoluta de $ 281.905 en un año.
A lo largo de 2024, las variaciones mensuales de ambas canastas presentaron fluctuaciones más marcadas. La CBA tuvo su incremento más pronunciado en abril de ese año con un 4,2% mensual, mientras que en diciembre aumentó un 2,3%. En 2025, las variaciones mensuales fueron más moderadas, y en abril ambas se ubicaron por debajo del 1,5%.
El Indec dio a conocer este miércoles que la inflación de abril alcanzó 2,8%, y que acumuló 47,3% en los últimos doce meses. Este índice cobra especial relevancia al ser el primero en emitir resultados luego de que el Gobierno eliminara el cepo cambiario y adoptara un nuevo esquema de bandas para el dólar, permitiendo fluctuaciones del tipo de cambio entre $ 1.000 y 1.400 pesos.
Tras la unificación cambiaria, el presidente Javier Milei había salido a despejar temores sobre un incremento severo en el costo de vida. Y aseguró que «ni el tipo de cambio ni los precios reaccionaron de manera drástica».