El objetivo del encuentro organizado por la Fundación Viatris ha sido conectar el arte con la salud mental, abriendo nuevas vías para la comprensión y diálogo en torno a los trastornos mentales.
De esta manera han combinado el análisis artístico con la perspectiva terapéutica con el fin de mostrar cómo estas piezas pueden servir de medio de expresión para quienes se enfrentan a trastornos mentales.
Las obras escogidas para comentar han sido:
- “Un Mundo” de Ángeles Santos, analizada por Rosa Molina, psiquiatra del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid.
- “Guernica” de Pablo Picasso, bajo el análisis de Eduard Vieta, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona.
- “Cueva de Guanches” de Óscar Domínguez, con los comentarios de Miquel Roca, Catedrático de Psiquiatría en la Universitat de les Illes Balears (UIB).
- “El Enigma Sin Fin” de Salvador Dalí, interpretada por el doctor Guillermo Lahera, profesor titular de Psiquiatría en la Universidad de Alcalá y editor jefe de The European Journal of Psychiatry.
- “La Gran Muchedumbre” de Antonio Saura, analizada por Luis Gutiérrez, psiquiatra y profesor de la Universidad de Granada.
- “Un Perro Andaluz” de Luis Buñuel, presentado por Luis Caballero, psiquiatra y profesor de la Universidad Autónoma.
Los trastornos mentales
“La mente sobre el lienzo” tiene el objetivo de proponer el arte como un instrumento para convivir con estas enfermedades y visibilizar la salud mental, pues uno de cada cuatro ciudadanos españoles experimentará un trastorno mental a lo largo de su vida, según estimaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Según el “Estudio Europeo de Salud Mental”, un 19,5 % de los españoles ha experimentado algún trastorno mental en su vida, una cifra superior a la media europea.
Además, la mitad de los jóvenes entre 15 y 19 años afirma haber tenido algún tipo de problema relacionado con la salud mental, como señaló la Fundación Viatris durante el encuentro sobre el arte.
“La salud mental es un desafío complejo y creciente. Este evento refleja nuestro compromiso con la búsqueda de nuevas formas de apoyo integrando el arte como una herramienta de expresión. En esta línea, creemos firmemente que el arte puede ofrecer a las personas una manera de comprender y afrontar su sufrimiento”, explica João Madeira, presidente de la Fundación Viatris.
En España las principales enfermedades mentales incluyen la depresión, los trastornos de ansiedad, los trastornos de la conducta alimentaria, la esquizofrenia y el trastorno bipolar, además de que el suicidio constituye la principal causa de muerte no natural.
“La mente sobre el lienzo”
Cada obra ha servido como punto de partida para hacer reflexionar sobre cómo el arte puede simbolizar emociones profundas, experiencias vitales y luchas internas que a menudo enfrentan quienes padecen problemas de salud mental, aunque hay sentimientos y emociones que son comunes tanto en quienes sufren enfermedades como quienes no.
“Creemos que es fundamental mostrar cómo el arte, más allá de su valor artístico, puede ser una herramienta poderosa para la introspección, el alivio emocional y la creación de un espacio donde las personas puedan sentirse comprendidas y apoyadas en su lucha contra los trastornos mentales”, explica el presidente de la Fundación.
El doctor Miquel Roca subraya que este recorrido por la vida y obra de los artistas no consiste en un diagnóstico específico, pues según la regla Goldwater de la psiquiatría norteamericana, no se debe emitir un diagnóstico de un personaje público salvo que sea su paciente y tengan su autorización específica.
“Un mundo”, Ángeles Santos
En este monumental óleo, Ángeles Santos (1911-2013) reflejó con sólo 18 años su inquietante y personal visión del universo a través del realismo mágico y el surrealismo.
El cuadro representa mediante el cubismo una alegoría de las diferentes fases de la vida. Lo divide en tres planos que simbolizan de manera vertical un mundo idílico, un mundo rutinario y en la parte inferior, la noche sombría.
Las formas y colores desplegadas en el lienzo, llenas de misterio y simbolismo, evocan mundos desconocidos que parecen surgir tanto de las emociones internas como de una imaginación ilimitada que explora el subconsciente.
La doctora Rosa Molina lee el cuadro como una expresión visual de la ansiedad existencial, un concepto que en psicología y filosofía aborda el temor y la angustia que surge al enfrentar las preguntas fundamentales sobre la vida, la muerte y el sentido de estas.
Otros elementos que observa Molina son las figuras dispersas y separadas, cuyo aislamiento podría reflejar los sentimientos de soledad o desconexión emocional del mundo. Además, el contraste de elementos puede indicar una lucha entre la vitalidad y desesperanza en un mundo distópico.
La profunda reflexión sobre la identidad revela sentimientos en los que el “yo” se fragmenta y pierde cohesión, lo que se manifiesta en su lucha interna a raíz de las limitaciones que le tocó vivir como mujer en un entorno tan hostil como la primera mitad del s. XX.
“Guernica”, Pablo Picasso
Esta obra emblemática de Picasso (1881-1973) representa personas, animales y edificios en medio de un bombardeo en blanco y negro a través del cubismo. Refleja de forma muy tangible la desesperación, desamparo y desgarro de las víctimas civiles de la guerra.
La personalidad de este artista ha sido definida numerosas veces por su extrovertividad, impulsividad y narcisismo dados los frecuentes e inestables cambios de hogar y de pareja.
El doctor Eduard Vieta afirma que el pintor nunca dio síntomas de trastorno mental alguno. Aun así, si el cuadro suscita algún desorden mental, se podría decir que representa el estrés agudo y el trastorno por estrés post-traumático (TEPT).
La disociación y la desregulación emocional son fenómenos que no solo aparecen en un TEPT, sino en múltiples condiciones como el trastorno bipolar, la esquizofrenia y el trastorno límite de la personalidad.
“Sería enormemente interesante poder recoger a través de la neuroimagen en tiempo real los cambios funcionales del cerebro al exponerse al cuadro. Aunque el arte no necesita medidas objetivas, como sí ocurre con la ciencia, estudiar los correlatos neuroanatómicos, funcionales y electrofisiológicos de la exposición a una obra tan impactante como el Guernica sería merecedor de una tesis doctoral”, expone el doctor Eduard Vieta.
“La gran muchedumbre”, Antonio Saura
El pintor aragonés Antonio Saura (1930-1998), plasmó a través de un inmenso tríptico de lienzos unidos que suma cinco metros de ancho, una multitud de personas a través del lenguaje visual de la abstracción figurativa y el simbolismo.
La pintura, llena de contrastes, plasma la soledad y la colectividad, aspectos profundamente humanos y universales que constituyen la identidad de la persona.
El doctor Luis Gutiérrez observa una visión del hombre angustiado, depresivo y solitario. Ante una primera impresión de caos, en los detalles se observan pinceladas agresivas e intencionadas conscientes llenas de sentido.
Luis Gutiérrez no pretende definir el cuadro de Saura, sino que se limita a observar que es una obra cuya interpretación suscitará una impresión diferente en cada espectador.
Aun así, el doctor afirma que se pueden encontrar representados conceptos tan humanos como el caos, “el hombre masa” (idea desarrollada por Ortega y Gasset) y la pregunta de dónde queda la individualidad de la persona en medio de un mundo tan hostil.
“Cueva de Guanches”, Óscar Domínguez
El polifacético artista canario Óscar Domínguez (1906-1957) no sólo se dedicó a la pintura sino también fue escultor, ilustrador, falsificador de cuadros, amante de aristócratas parisinas y viajero.
Es considerado uno de los tres grandes surrealistas junto a Miró y Dalí. A pesar de que Freud nunca quiso sumarse al movimiento surrealista, es muy frecuente encontrar influencia del psicoanálisis en artistas como Domínguez, en un intento de indagación del subconsciente.
“Cueva de Guanches” es un óleo en varios planos. En el superior aparece un pescador de cuya caña parece colgar el resto del cuadro y un abrelatas. En los planos sucesivos aparecen figuras que no se distingue si son animales o humanas.
El doctor Miquel Roca sospecha que el artista sufrió acromegalia (exceso de la hormona del crecimiento), lo que se ve reflejado en cambios morfológicos en la cara, las manos y los pies.
Las limitaciones inherentes a esta condición parecen haber determinado la vida del artista. De hecho, el doctor señala que es probable que un tercio de los pacientes que sufren acromegalia pintaran un cuadro que expresa depresión y ansiedad por las limitaciones de esta enfermedad.
Educado por una criada con aficiones a la brujería, junto al consumo de drogas en el ambiente parisino del s.XX y las consecuencias de la acromegalia, Óscar Domínguez puso fin a su vida antes de tiempo. Sin embargo, esta angustia que se observa en “Cueva de guanches” no tiene la última palabra, puesto que también refleja una gran capacidad de seducción y vitalismo.
“Enigma sin fin”, Salvador Dalí
El psiquiatra Guillermo Lahera, analizó “Enigma sin fin” de Salvador Dalí (1904-1989) y destacó el uso del “método paranoico-crítico” del artista para explorar el inconsciente.
La obra, llena de símbolos ambiguos y figuras distorsionadas con una gama cromática oscura y fantasmagórica, es una ventana a los sueños y las obsesiones del pintor. El doctor Lahera señaló que Dalí, a través de este estilo surrealista, se sumerge en el mundo de los sueños para confrontar sus miedos y deseos más profundos.
Según el análisis, Dalí representa en esta obra una forma de locura controlada, lo que él mismo describió como la diferencia entre un loco y él: “La única diferencia es que yo no estoy loco”.
El artista se acercó al psicoanálisis de Freud y las ideas de Lacan dado su interés por lo onírico. También el psiquiatra Guillermo Lahera observa en las figuras ambiguas y desestructradas una relación con el método de Hermann Rorschach. Además hay múltiples elementos simbólicos como los elefantes, columnas o cuerpo femenino…
“Un perro andaluz”, Luis Buñuel y Salvador Dalí
Esta película dirigida por Luis Buñuel (1900-1983) surgió como resultado de la superposición de dos sueños: uno de Dalí y otro suyo. La única norma que rigió el guion escrito por ambos artistas fue una: la irracionalidad desprovista de sensibilidad.
El doctor Luis Caballero observa esta obra como una encarnación del espíritu del surrealismo, que muestra cómo las mentes de los autores se liberaban de las restricciones de la razón para dar rienda suelta a sus deseos y miedos más profundos.
Estos miedos y deseos se encuentran en los elementos que representan conceptos como la represión del deseo, el fetichismo, el placer del misterio, la castración, la putrefacción , la instintividad, el erotismo y la muerte.
En definitiva, el doctor observa que el arte de Buñuel, con su secuencia onírica y la ruptura de cualquier lógica narrativa tradicional, refleja la complejidad del inconsciente y la lucha interna entre la represión y la libertad emocional, que tiene una estrecha relación con la salud mental.