Un ingeniero de la UNSJ que tiene una malformación congénita trabaja en la adecuación de una mano de robot que busca para poder usar como una prótesis controlada por los impulsos eléctricos del brazo.
Un ingeniero de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) que posee una malformación congénita llamada ‘focomelia’, trabaja en la adecuación de la mano de un robot para usarla como prótesis.
La idea de Eugenio Orozco (34) es que sean los impulsos eléctricos del brazo los que controlen la prótesis, en vez de movimientos mecánicos, y que tenga los mismos movimientos que una mano humana.
Orozco es ingeniero del Instituto de Automática de la UNSJ. La prótesis en la que trabaja es una mano que “pertenece a un humanoide y viene del cuerpo completo de un robot que imita a un humano“, desarrollado por el programa InMoov, que con el arte del escultor francés Gaël Langevin construyó en septiembre de 2011 el androide con componentes de plástico imprimibles en 3D, para fines artísticos.
Así, busca “activar la parte inteligente de la mano con la actividad eléctrica de los músculos, con lo que se convertirá en una herramienta en desarrollo y no una prótesis mecánica“.
Este trabajo, que está en proceso de patentamiento, es la “traducción electrónica de la señal eléctrica que generan los músculos, para que a través de ecuaciones matemáticas, poder decirle a la mano que haga tal o cual cosa, que agarre algo, que mueva tal dedo, que apriete o suelte alguna cosa“.
La focomelia consiste en que los huesos largos de una o más extremidades no están presentes o se encuentran acortados.
Actualmente este joven ingeniero sanjuanino se encuentra diseñando nuevos motores, ya que “los que traía la mano eran muy grandes y queremos poder incorporarlos a la estructura de la mano“. Además, está haciendo “el proceso de censado de la señal del músculo, usando electrodos de contacto similares a los utilizados en un electrocardiograma, pero más chicos“.
Para eso está “imprimiendo en 3D, con hardware libre bajo licencia pública, haciendo modificaciones e integrando todo dentro de la mano“, explicó y reveló que “ya podemos darle movimientos utilizando bluetooth con un microprocesador puesto en la mano“.
La prótesis en desarrollo está casi totalmente hecha con impresión 3D en material PLA, con unas 45 piezas de ensamble para formar la mano, cinco micro-servomotores para articular individualmente los dedos, un servomotor para articular muñeca, micro-controlador de última generación, ARM Cortex M4F, sensores de biopotenciales EMG de cuatro canales, sistema de alimentación y carga de batería Li-Ion 3,7V, memoria SD y bluetooh.