Un hombre irrumpió violentamente en una remisería para realizar un reclamo laboral. Se vivieron más de dos horas de tensión que movilizaron a la policía, un mediador y a un fiscal. Finalmente, el chofer depuso su actitud pasado el mediodía y quedó demorado en la comisaría 4ª, a disposición del Juzgado de Instrucción Nº 5 y de la Fiscalía de Instrucción Nº 5. El hecho tuvo repercusión en los medios porteños.
Ayer, poco después de las 10, un remisero ingresó violentamente en la sede de Remises Apipé, situada en Santa Fe casi Yrigoyen. A los gritos y bajo amenazas pidió la presencia de los dueños de la empresa. Exigió que se regularice su situación laboral. Comentó a la prensa que desde hace 10 años viene trabajando “en negro”.
La situación tuvo momentos tensos cuando destrozó el vidrio de una ventana y arrojó a la vereda una impresora.
Momentos después, arribaron efectivos policiales y una dotación de bomberos ante la advertencia de prender fuego al local.
Las negociaciones para que desistiera comenzó con las gestiones del mediador policial Alejandro Bottini.
Luego se hizo presente la fiscal de Instrucción Nº 5, Graciela Fernández Contarde, quien dijo que “la situación había quedado bajo control”. Señaló que “el hombre estaba haciendo un enérgico reclamo laboral”.