Según la Fuerza Aérea ucraniana, varios grupos de misiles rusos se dirigían durante las primeras horas de la mañana contra distintas regiones del norte, el centro y el sur de Ucrania. Medios ucranianos afirman que Rusia también ha utilizado drones en el ataque.
El alcalde de la ciudad nororiental de Járkov, Igor Teréjov, ha informado en sus redes sociales de que la ciudad ha sido atacada con varios misiles durante las primeras horas del jueves.
También se han producido explosiones en la región de Volinia, al noroeste de Ucrania, según han informado las autoridades regionales. El Ejército ruso alcanzó también infraestructuras situadas en la región nororiental de Sumi.
«La alerta de ataque aérea fue declarada en toda Ucrania debido a una amenaza con misiles», anunció en Telegram el cuerpo militar en la mañana de este jueves.
Kiev ha advertido repetidamente de las intenciones rusas de dejar a los ucranianos sin luz durante el período del año de más frío para desmoralizar a la población y minar la economía del país.
Desde el pasado mes de marzo Rusia ha lanzado en una decena de ocasiones ataques combinados masivos contra el sistema eléctrico ucraniano. Como resultado de estos ataques numerosas centrales ucranianas han sufrido daños y el país ha perdido buena parte de su capacidad de generación y distribución.
El último de estos ataques tuvo lugar el 17 de noviembre y obligó a Ucrania a volver a introducir cortes programados de electricidad para ahorrar energía ante el déficit de generación causado por la destrucción de equipamiento en las infraestructuras atacadas.
La frágil red energética de Ucrania sufrió ese domingo un ataque ruso «masivo» con cerca de 120 misiles y 90 drones. El saldo para la población fue de al menos ocho muertos y una veintena de heridos en todo el país.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció que «un bombardeo masivo y coordinado golpeó todas las regiones de Ucrania». En su canal de Telegram, el mandatario precisó que las fuerzas rusas «utilizaron drones de distintos tipos, en particular Shahed, pero también misiles de crucero, misiles balísticos e hipersónicos Zirkon, Iskander y Kinzhal», escribió el mandatario en su canal de Telegram.
Luego de esa ofensiva, y de que Joe Biden levantara la prohibición de que Ucrania utilizara misiles estadounidenses de largo alcance contra Rusia, Kiev atacó a Rusia con misiles ATACMS suministrados por Estados Unidos, lo que escaló el conflicto a un nuevo nivel.
Es que el Kremlin acusó a Estados Unidos de echar «leña al fuego» de la guerra y Vladimir Putin firmó un decreto que indicó que cualquier ataque aéreo masivo contra Rusia podría desencadenar una respuesta nuclear.
Biden, en ese contexto, subió la apuesta y autorizó entregar minas terrestres antipersonales a Ucrania, mientras su país aumenta la ayuda a Kiev para frenar los avances de Rusia.
Posteriormente, la fuerza aérea ucraniana sostuvo que Rusia lanzó un misil balístico intercontinental desde su territorio, por primera vez desde el inicio de la guerra. Esto fue negado por Estados Unidos, que aseguró que se trató de un misil balístico de alcance medio (MRBM), un arma de menor potencia y alcance.