Son varias las recomendaciones para hacer que la computadora no se destruya automáticamente y pierda todas sus funciones.
En primera instancia y, al igual que sucede con cualquier dispositivo electrónico cuando se moja o se corta la luz, inmediatamente hay que desenchufarla para evitar una peligrosa descarga eléctrica y mantener presionado el botón de apagado durante cinco o diez segundos.
Luego, hay que ponerla boca abajo y, en lo posible, sacarle la batería. En algunos casos hay que desatornillar la placa que cubre la parte inferior del equipo para acceder a ella.
Es fundamental que durante el proceso la persona se encuentre calmada y no se desespere, ya que podría llevar a cometer algún error o estropearlo más.
Una vez que se realizaron estos primeros pasos de prevención, el aparato ya está en condiciones de ser secado suavemente con un trapo o toalla, idealmente que no contenga pelusa.
Si no fueron sólo unas gotas y se derramó una importante cantidad de agua o bebida sobre la notebook, lo ideal es dejarla boca abajo para que gotee y termine de expulsar los restos que quedan en las partes de adentro. No hay que agitarlo ni maniobrar con violencia, ya que pueden romperse con facilidad.
En tanto, si el derrame fue importante se aconseja no utilizar la computadora en las próximas 24 horas, ya que puede haber algunos restos de agua dentro. Mientras más tiempo de espera haya hasta volver a usarla, mejor para el dispositivo.
Tampoco se debe dejar bajo arroz o algún otro alimento. Preferentemente debe permanecer al aire libre, aunque tampoco bajo la luz directa del sol, ya que puede sobrecalentar sus componentes.