Desde que asumió la nueva gestión macrista en la Ciudad, el jefe de Gobierno se encargó “de limpiar” de manteros y vendedores ambulantes los diferentes barrios porteños. «El espacio público es y tiene que ser para todos, y nosotros vamos a hacer cumplir la ley aplicando orden», argumentó Jorge Macri para justificar el accionar de su gestión. Pero en la Ciudad de Buenos Aires hay un gran espacio público que viene siendo ocupado hace más de 12 años por una empresa privada. Se trata del obrador abandonado que la firma de Paolo Rocca instaló en el Parque Uriburu.
El pasado 31 de octubre, la agrupación de vecinos y vecinas “Devuelvan el Uriburu” se reunió con autoridades del GCBA para repasar la agenda de reclamos de la comuna. Del encuentro participaron referentes políticos de segunda y tercera línea y la vicejefa de gobierno Clara Muzzio. Una de las exigencias más fuertes del barrio fue la quita urgente de este depósito a cielo abierto, que trajo consigo un deterioro profundo en todo el espacio verde.
La propia Muzzio se comprometió a que el 14 de noviembre comenzaban a desmantelar el depósito ilegal que, según el propio gobierno, hoy está en manos de la empresa estatal SBASE. Este jueves se cumplió una semana de la fecha estipulada por la funcionaria y recién hoy comenzaron a aparecer grúas y máquinas para iniciar el proceso de remoción de toneladas de materiales sin uso que estaban en el depósito.
“El día 14 fuimos al Uriburu a ver si habían comenzado con la remoción del depósito, que fue la fecha que prometió la vicejefa Clara Muzzio y la presidenta de la Junta Comunal, Silvia Millara. Fuimos a la mañana, a la tarde, todo el día. Con los vecinos nos dividimos en turnos y no hubo ningún movimiento”, manifestó a Tiempo Federico Hartenstein, otros de los vecinos que integran «Devuelvan el Parque Uriburu» y de la Asamblea de Parque Patricios.
Foto: Asamblea «Devuelvan el parque Uriburu»
Durante años el Parque Uriburu fue relegado por las diferentes gestiones macristas. La instalación del depósito de Techint provocó la aparición de roedores y mugre acumulada en todo el lugar. Con el tiempo la falta de mantenimiento del lugar y la ausencia de seguridad en la zona, fueron causales de varios hechos vandálicos que provocaron la rotura de los bancos, monumentos y árboles añosos en estado calamitoso.
“También dividimos los turnos el resto de la semana, estamos yendo a regar los 40 árboles que plantamos hace unos días, y a ver si hay movimiento, y tampoco. Hoy fuimos temprano y vimos movimiento en el lugar. Suponemos que es un proceso largo, pero un gran avance de nuestra lucha”, agregó Hartenstein.