“Ya lo dije, es el capitán y tiene nuestro respaldo”, lo había apoyado Pipi en la conferencia de prensa en la Bombonera al ser consultado por la actuación de Altamirano. De hecho, hasta se lo notó fastidioso al entrenador azulgrana por la pregunta. «¿Por qué me lo preguntás?», dijo antes de contestar intentando minimizar los errores del arquero, que lleva la cinta.
Sin embargo, en el cuerpo técnico no lo notan al cien por ciento en lo anímico y optaron por darle el arco a Chila Gómez, que hasta ahora atajó ocho encuentros, seis como titular, en el club de Boedo. Dos de esas presentaciones fueron en esta Copa y el saldo fueron dos triunfos: 2-0 ante Independiente del Valle y 3-2 contra Liverpool, ambos en el Bajo Flores.
Toda esta situación lo tiene fastidioso e incómodo a un Altamirano que ha sabido tener intervenciones salvadoras en el arco azulgrana aunque viene de una sucesión de fallas que lo han dejado expuesto recientemente. De hecho, en el medio empezó a sobrevolar por el ambiente de Boedo la versión de un posible regreso de Augusto Batalla, sin lugar en River.
Batalla dejó una muy buena imagen en su paso por San Lorenzo, que no hizo uso de su opción de compra. El arquero emigró al Granada de España, equipo que terminó descendiendo la temporada pasada. Luego volvió a Núñez, pero no fue tenido en cuenta por Martín Demichelis primero y por Marcelo Gallardo ahora.
Cuenta con un permiso especial para entrenarse por su cuenta mientras se busca un nuevo destino. Su contrato vence a fin de año y en el Millonario buscan obtener algo de dinero antes de ese lapso. Desde todas las partes niegan contactos. Según pudo saber Clarín, en Boedo solamente se limitaron a sondear su situación por el momento.
En febrero de este año, Batalla había disparado contra el presidente Marcelo Moretti al pedir que «no le mientan a la gente» haciendo referencia que su decisión de irse a Europa no había pasado por una cuestión netamente económica. En el Ciclón, la nueva dirigencia optó por realizar la inversión por Altamirano a principio de año.
Por lo pronto, Altamirano verá la definición de los octavos de final desde el banco mientras Chila Gómez se calzará nuevamente los guantes titulares del Ciclón para tratar de conservar su valla en cero y lograr el objetivo de clasificar a la siguiente ronda.