Debido al tiroteo y situaciones de violencia registradas en barrio Jorge Newbery, realizaron allanamientos en ocho domicilios. Secuestraron armas de fuego, chalecos balísticos, celulares y DVR. En tanto, la investigación continúa en curso.
El comisario Javier Orellano, jefe de la División Policial de Investigaciones (DPI), dijo a Crónica: “El miércoles llevamos a cabo ocho diligencias de allanamiento a partir de las 8 de la mañana, en seis domicilios ubicados en inmediaciones de Huergo y Florida, donde ocurrieron los hechos inicialmente”.
Agregó: “Otro allanamiento fue en la parte alta del barrio Pietrobelli y el último en Cerro Solo. Todos eran domicilios ocupados por sospechosos identificados en la investigación”.
Orellano detalló: “En las diligencias se recuperaron dos armas de fuego, una calibre .380 y otra calibre .22, además de municiones de diferentes calibres, dos chalecos antibala y dispositivos de telefonía celular y DVR de las viviendas allanadas”.
Explicó: “El secuestro de teléfonos y DVR permite obtener más información, continuar la investigación y establecer la procedencia de las armas y los chalecos”.
Sobre los chalecos balísticos, indicó: “No tienen identificación. Debemos determinar si pertenecen a damnificados, empleados policiales o fueron sustraídos en robos domiciliarios”.
Una enemistad entre jóvenes
Sobre los motivos de los ataques armados, Orellano señaló: “Inicialmente no teníamos información clara porque no había denuncias ni entrevistas. Se pudo recabar que el conflicto surgió por una enemistad entre dos adolescentes”.
Agregó: “Luego se sumaron familiares y amistades, formando grupos que ahora intervienen en los hechos”.
Comentó que “la mayoría de las personas allanadas son conocidas por la Policía. Algunas tienen antecedentes y varias diligencias previas por casos similares”.
Armas de fuego en circulación
El comisario afirmó: “Sabíamos de la existencia de armas de fuego. La intención era desarmarlos, evitar que el conflicto se acreciente y transmitir seguridad a la gente”.
Añadió: “Se recuperaron dos armas, pero queda trabajo por hacer para recuperar otras”.
Sobre la procedencia, indicó: “La mayoría proviene de ilícitos. Algunas están registradas, otras fueron sustraídas o prestadas entre ellos. Nuestro foco es recuperarlas”.
Colaboración de la ciudadanía
Orellano subrayó: “Necesitamos colaboración de la ciudadanía. Es difícil, porque los vecinos temen por los conflictos y la cercanía de los domicilios involucrados”.
El mismo círculo
Consultado sobre el mercado negro de armas, explicó: “El círculo generalmente es el mismo. Entre ellos manejan las armas, pero las diligencias son complicadas y requieren base sólida”.
Finalizó: “Las personas pueden acercarse a denunciar a esta división. Trabajamos sin exponerlos y preservando la identidad, para continuar con el trabajo”.