Un operativo policial y municipal en plena Terminal de Ómnibus generó momentos de tensión cuando un comerciante se negó a abandonar dos locales por presuntas irregularidades.
La medida afectó a dos locales comerciales —un kiosco y un fast food— pertenecientes al mismo propietario, quien fue notificado de que debía abandonar el lugar por presuntas irregularidades en la concesión. Según informaron fuentes oficiales, el responsable de los comercios no contaría con contrato vigente.
Disconforme con la intimación y la orden judicial, el comerciante comenzó a cubrir las ventanas con papeles y se encerró en el interior de uno de los locales, negándose a cumplir con la medida. Todo ocurrió ante la mirada de los pasajeros que circulaban por la terminal, más concurrida de lo habitual por el inicio de las vacaciones de invierno.
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Con información de Jornada