El policía condenado por el crimen del menor Lautaro Labbe se expresó previo a que el juez determinara una pena de 22 años de prisión y señaló que lamentaba lo ocurrido, aunque remarcó que él también contaba con una familia que lo esperaba.
En este marco, expresó que “mis palabras son para la señora Cristina Cárdenas (madre de Labbe), porque es imposible llegar hacia ella de una forma que sea prudente. Decirle que estoy muy apenado por todo lo que ha pasado, es una carga que yo también he llevado en mi conciencia”, y agregó que “lo lamento mucho, las veces que lo he dicho lo dije sinceramente, soy una persona que también siente, que también ha querido buscar lo mejor para su vida y en este camino ha pasado esta desgracia”.
Además, refirió que “siempre dije que a su hijo no lo conocí, no tenía motivos para lastimarlo” y señaló que “detrás de mí hay una familia, soy una persona que ha surgido de bien abajo, también de clase humilde, de clase trabajadora, y en pos de forjar un camino de mejoría y crecimiento personal, decidí instruirme y en eso llegué a la policía”.
En tanto, aseveró que “lamento mucho este desenlace, tanto para la señora como para mí, porque detrás de mí hay una familia, hijas que esperan, una mujer que también ha tenido que hacerse cargo sola del hogar, de ser madre y padre a la vez”.