«Pornomelancolía», ultimo filme de Manuel Abramovich, estrenado este jueves en salas de país con una historia que atraviesa la masculinidad, la explotación de los cuerpos, el racismo, el HIV, la depresión, el sexo, la soledad y la intimidad en la era virtual en una mezcla de docu-ficción que ya ha recibido grandes aplausos en festivales y espera ser proyectada en Estados Unidos y Europa.»Me parecía fascinante pensar la relación entre sexualidad, trabajo y puesta en escena. Pensar en la intimidad en esta era virtual, donde la imagen que proyectamos de nosotros mismos se convierte constantemente en un show para otros. ¿Qué se siente al convertir el propio cuerpo en fantasías para otros? ¿Cómo es poner en escena el propio deseo?», dijo Abramovich a Télam.
Para «Pornomelancolía», el director de «Soldado» y «Blue Boy», contó con la participación de Lalo Santos, un influencer mexicano del sexo que se muestra muy activo y provocador en las redes, pero que en la intimidad no cuenta con amigos y vive alejado de una familia a la que amaga constantemente con ir a visitar.
«Cuando lo conocí personalmente, sentí mucha admiración por su mirada crítica del mundo, por su humor y apertura a compartir su intimidad, algo que justamente a mí me resultaba difícil en ese momento. Le propuse construir un personaje muy parecido a sí mismo, y en línea con mis otros trabajos, una invitación a reflexionar a través de la película sobre los distintos personajes que interpreta(mos)», señaló el realizador.
«Vivimos en un sistema tan perverso, que nos hace creer que somos libres porque podemos consumir, comunicarnos, mostrarnos, generar avatares de nosotros mismos»Manuel Abramovich
En el filme, Lalo trabaja en una fábrica en la que no parece sentirse incómodo, aunque su vida dista mucho de la de sus compañeros. Necesitado de otro trabajo, queda como protagonista para una película pornográfica sobre las relaciones homosexuales del prócer mexicano Emiliano Zapata. En la tensión con el director de la película y entre toma y toma se va develando la castigada vida de los actores y a qué son sometidos tanto por la industria del porno como por los clientes y los seguidores en redes sociales.
«Creo que la intimidad puede existir potencialmente en cualquier contexto. Todas las personas tenemos sentimientos, tenemos miedos, nos sentimos solos, o queremos ser queridos. El problema es que vivimos con tanto miedo de compartir todos esos sentimientos que tenemos que construir personajes», señaló Abramovich.
«En la película, el porno es un contexto para hablar de los personajes que creamos de nosotros mismos y cómo lidiamos con la mirada de los otros en la era digital. Vivimos en un sistema tan perverso, que nos hace creer que somos libres porque podemos consumir, comunicarnos, mostrarnos, generar avatares de nosotros mismos», acotó.
Ese es, quizá, uno de los motivos por los que la universalidad a la que apuntó el director se vio reflejada no sólo en la premiere mundial en el Festival de San Sebastián, sino, también, en las ventas que la película consiguió para mercados como el europeo y estadounidense, luego de su estreno en salas de CABA, Santa Fe, Rosario, Bolivar y General Pico.
Tras finalizar «Pornomelancolía», Santos, el protagonista, no se hizo presente en la San Sebastián y criticó con dureza en Twitter a Abramovich, a quien acusó de haberse aprovechado de un momento de debilidad de él para llevarlo a hacer tomas que no quería filmar.
Se supone que debería estar alegre porque voy a ser exhibido próximamente en el festival de cine de San Sebastián, la verdad es que el proceso para hacer Pornomelancolía fue muy duro para mí. De conocer todo lo que iba a suceder definitivamente no hubiera grabado esa docuficción https://t.co/G0dI75vjJ5
— Lalo Santos (@LaloOaxaca) August 25, 2022
«‘Pornomelancolía’ no es un documental sobre Lalo Santos. Es una película construida con él. Fue un recorrido de casi cuatro años, con tres rodajes en diferentes etapas, entre los cuales sucedió la pandemia. Hoy, la percepción de Lalo de la película es diferente. Y por supuesto que es válida», señaló su autor.