Como cada 8 de enero, la tranquila ciudad de Mercedes, con poco más de 40.000 habitantes, se ve movilizada por la llegada de cientos miles de peregrinos
que van a profesar su fe a Antonio Mamerto Gil Núñez, más conocido como el Gauchito Gil. Es más, las autoridades municipales manifestaron su asombro porque el domingo pasado tuvieron el arribo de los primeros promeseros, quizás animados por el buen clima ya que el año pasado el número de visitantes se vio ostensiblemente reducido debido a las constantes y copiosas lluvias que impidieron que muchos devotos pudieran llegar hasta el lugar.
Así, desde hace varios días, en la ciudad natal del Gauchito los alojamientos están colapsados, incluso las cerca de 50 propiedades particulares que habilitaron. «No sólo en Mercedes sucede esto sino también en localidades vecinas, como Solari o Yofre y por qué no Curuzú Cuatiá», dijo la intendenta Juana Gauto.
Hoy es el día en que se conmemora al gaucho de la ciudad del Paiubre y en la que se esperan más de 300.000 visitantes de todo el país. «Esta noche (por ayer), llegan 40 colectivos de la ciudad de Buenos Aires que, todos los años, realizan un espectáculo de 40 minutos de fuegos artificiales en honor al Gauhito Gil», dijo la intendenta.
La de hoy es una de las fiestas más importantes no sólo de la provincia sino del país. El Gauchito Gil es una figura que no forma parte del santoral ni está en proceso de canonización, pero que se convirtió en un centro de culto que fue aceptado por la Iglesia católica. El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, dio a conocer una carta apoyando a los devotos de Cruz Gil e incluso, hoy a las 6 de la mañana se realizará la misa especial en el Anfiteatro de la ciudad, a cargo de la iglesia de Las Mercedes. Desde allí saldrá la cabalgata tradicional que lleva la Cruz peregrina de regreso al predio.
Al Gauchito se lo invoca por cuestiones de salud, trabajo, necesidades materiales o para tener fuerza de voluntad y protección en momentos difíciles. Muchos lo consideran el «santo de los desahuciados».
Así, la figura del considerado héroe de los desprotegidos, un justiciero popular, un rebelde renegado que tenía la capacidad de proteger a los indefensos, ayudar a los ladrones pobres y curar a los enfermos, es el que convoca hoy a cientos de miles de argentinos en medio de un predio en construcción que aún no fue habilitado. Si bien las obras están avanzadas, los promeseros tendrán que esperar un año más para encontrarse con un espacio organizado y en condiciones que, más allá de esto, nunca es suficiente para tal cantidad de visitantes. «Por eso los mercedeños nunca concurren a venerarlo en esta fecha. Eligen cualquier otro momento del año», finalizó la intendenta.