El jueves pasado, Trump dijo que él y Putin sostendrían conversaciones en Budapest dentro de dos semanas para discutir la guerra en Ucrania y por eso, esta semana se iba a celebrar una reunión preparatoria entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov.
«El secretario Rubio y el ministro de Relaciones Exteriores Lavrov tuvieron una llamada productiva», dijo un funcionario de la Casa Blanca a periodistas este martes. «Por lo tanto, no es necesaria una reunión adicional en persona entre el secretario y el ministro de Relaciones Exteriores, y no hay planes para que el presidente Trump se reúna con el presidente Putin en el futuro inmediato».
Los funcionarios estadounidenses no dieron detalles sobre por qué se habían suspendido las conversaciones cara a cara.
El lunes, Trump dijo que tenía la idea de congelar el conflicto entre Rusia y Ucrania en la línea del frente actual. «Que se corte como está», dijo sobre la disputada región del Donbás en el este de Ucrania.
Moscú se opone a esta alternativa y solo estaba interesado en una «paz sostenible a largo plazo», según dijo Lavrov el martes, lo que implica que congelar la línea del frente solo equivaldría a un alto el fuego temporal. Una fuente familiarizada con la conversación dijo que Lavrov mostró la falta de voluntad del Kremlin para comprometerse con la estrategia de paz de Trump.
Lavrov dijo que la demanda de Trump de «un alto el fuego inmediato, que de repente se ha convertido en un tema de discusión nuevamente», era contraria a lo acordado en la cumbre Trump-Putin en Alaska en agosto, cuando Trump abandonó su presión sobre Putin para que pusiera fin a los combates antes de las negociaciones.
«Si simplemente nos detenemos, significa olvidar las causas fundamentales de este conflicto, que la administración estadounidense entendió claramente», se quejó Lavrov. «Me refiero a garantizar el estatus no alineado y no nuclear de Ucrania, lo que implica abstenerse de cualquier intento de atraerlo a la OTAN».
Agregó que congelar los combates ahora «significaría solo una cosa: una gran parte de Ucrania permanecería bajo el dominio nazi», lo que sugiere el continuo deseo de Rusia de un cambio de régimen en Kiev.
Trump dijo el sábado que ambas partes deberían dejar de luchar, después de que abandonó sus llamados de alto el fuego tras la cumbre de agosto con Putin en Alaska, y dijo que Kiev y Moscú tenían que «detener la guerra de inmediato» en las líneas de batalla actuales. «Ambas partes deben irse a casa, ir con sus familias, detener la matanza». Pero claramente Putin rechaza esta alternativa.
Además, los líderes de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Polonia, así como otros altos funcionarios de la UE, emitieron este martes una declaración conjunta de respaldo a la propuesta de Trump de un alto el fuego a lo largo de la línea de contacto existente antes de cualquier conversación.
La declaración también expresó su escepticismo sobre los esfuerzos de negociación de Rusia en los últimos nueve meses y su interés en poner fin al conflicto.
«Las tácticas dilatorias de Rusia han demostrado una y otra vez que Ucrania es la única parte que se toma en serio la paz. Todos podemos ver que Putin sigue eligiendo la violencia y la destrucción», dice el comunicado.