La fabricante coreana de smartphones retiró del mercado el pasado 2 de agosto el último modelo del Galaxy Note 7. Fue tras comprobar que una falla en las baterías hizo que varios equipos de prendieran fuego.
La fabricante surcoreana Samsung deberá realizar más pruebas -incluido un escaneo con raxos X- a las baterías de los Galaxy Note 7, su nueva línea de «phablets», para garantizar su seguridad, anunció la Agencia Coreana para Tecnología y Estándares (KATS).
La KATS señaló que los proveedores de Samsung deben comprobar la seguridad de cada batería mediante rayos X, independientemente de los tests propios que haga la empresa, según informó la agencia alemana DPA.
Samsung, principal fabricante mundial se smartphones, retiró del mercado el pasado 2 de agosto el último modelo de su tope de gama, el Galaxy Note 7, tras comprobar que una falla en las baterías hizo que varios equipos de prendieran fuego.
A raíz de ello, la empresa lanzó un Programa de Reemplazo para los clientes que ya contaban con uno de esos dispositivos.
La filial Argentina de Samsung informó el miércoles que cambiará los Note 7 por equipos Galaxy S7 edge, para lo cual los propietarios de estos aparatos deben comunicarse con el 0800 de la compañía.