Salud mental y dana: formación psicológica personal emergencias


La formación en salud mental y la atención psicológica es clave para que el personal de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que trabaja en emergencias se mantenga “equilibrado” y con capacidad de ayudar en situaciones como la dana del 29 de octubre.

Una formación que, según los expertos, en el caso de los policías debería ser “obligatoria, como las prácticas de tiro”.

Estas son algunas de las conclusiones a las que han llegado los psicólogos e integrantes de cuerpos policiales participantes en el EFE Fórum Salud “Nuevos retos en salud mental tras la dana: atención, intervención y superación”, organizado por la Agencia EFE con la colaboración de Johnson & Johnson y 8 Mediterráneo.

Es fundamental que se lleven a cabo actuaciones en prevención de salud mental en los cuerpos policiales al estar constantemente “en contacto con el sufrimiento de las personas”, según se ha puesto de manifiesto en la mesa de debate ‘El dolor en primera persona’, en la que han intervenido el policía, psicólogo e intendente de la Sala del 092 de la Policía Local de Valencia, Alfredo Pacheco, y la psicóloga y policía nacional Mónica Blasco, vicepresidenta de la asociación ‘Ángeles de Azul y Verde’, que presta ayuda psicológica a policías.

Blasco, que los días después de la dana estuvo ayudando sobre el terreno a través de su asociación, constata que nadie en Valencia “se escapa de conocer a alguien que haya tenido alguna pérdida personal y económica”.

También ha reclamado “no minimizar esa pérdida económica” de las familias que han perdido coches o casas: “Muchas veces decimos frases hechas como ‘por lo menos no has perdido la vida’, pero, cuando tú has perdido tu proyecto de vida, que te digan eso te afecta”.

Por su parte, Alfredo Pacheco, que además de policía y psicólogo también es uno de los miles de damnificados por la dana, vivió aquel día como algo dramático y “disonante”, porque pasó de estar por la mañana participando en el organismo de coordinación de emergencias del Ayuntamiento de Valencia, a verse arrastrado por el agua en su casa con sus hijas.

“Pasar de toda esa vivencia previa profesional de muchos años de trabajar con psicólogos y policía, al punto de vista de la víctima, fue una experiencia bastante intensa”, ha destacado el intendente.

Sobre cómo funcionó la ayuda en la zona cero, Pacheco ha considerado que siempre que se produce una situación de esta magnitud, que ha comparado con el accidente de Metrovalencia de 2006 o el 11-M, se “desborda un poco la capacidad de respuesta en los primeros momentos y es lógico que se produzca cierta descoordinación, hasta poder responder de manera más apropiada”.

Por eso, ha destacado la necesidad de capacitación de los recursos, así como de la atención posterior a los profesionales para “mantenerles suficientemente equilibrados”, porque el shock “ha hecho que muchos policías sean a la vez víctimas por residir en la zona cero y por haber vivido el dolor de las víctimas ayudando a salvar vidas”.

A ello se suma el fenómeno del “agotamiento emocional” que experimentan algunos efectivos por haber estado trabajando muchos turnos de muchas horas, si bien queda compensado con “el sentimiento de haber hecho correctamente lo que se podía haber hecho en ese momento”.

Sobre cómo combatir el miedo a nuevos episodios similares, Alfredo Pacheco ha manifestado que a la ciudadanía se le debe recalcar que, si volviera a ocurrir algo parecido, “va a tener la ayuda” y, a los cuerpos policiales, que “cuando se produzca un hecho, van a estar allí para ayudar”.

Para construir esa confianza, se ha referido a medidas como las que adoptó la administración estadounidense tras el 11-S para familiarizar a la ciudadanía con la policía: “Se creó el servicio de la serpiente, un convoy policial que se dedicaba a poner las sirenas y circular por la ciudad para acostumbrar a la gente, se hizo mucha inversión en medios de comunicación para empujar la visibilidad y se invirtió mucho en la capacitación”.

Eso sí, ha destacado que “es imposible estar absolutamente preparado para una situación que te desborda”, pero sí es necesario tener una formación adaptada a este tipo de situaciones, y por ello ha agradecido que se implementaran en el plan de estudios para aspirantes a Policía Local asignaturas relacionadas con el estrés y la psicología de emergencias.

La policía y psicóloga Mónica Blasco en el Foro “Nuevos retos en salud mental tras la dana”/EFE/Ana Escobar

“Por la cultura policial, tendemos a no pedir ayuda”

Todo ello junto con la asistencia psicológica para aquellos agentes que la necesiten, algo que en ocasiones ellos mismos no reclaman, debido, según la vicepresidenta de ‘Ángeles de azul y verde’, a una “cultura policial” de la resistencia y la fuerza y a que se trata de un cuerpo “excesivamente masculinizado”, a lo que se une el dato de que los cuerpos policiales triplican la tasa de suicidio del resto de la población.

“Evidentemente, hay personas que están más preparados profesionalmente, han trabajado más o han tenido más experiencias vitales que les han ayudado a estar más preparados, y hay policías que se han preparado menos o que les ha afectado la actitud policial de ‘tienes que aguantar’, ‘no puedes ser vulnerable’, pero todos somos vulnerables”, ha asegurado Mónica Blasco.

En materia de preparación psicológica, “institucionalmente se ha mejorado mucho” y se están llevando a cabo “actuaciones muy positivas”, pero ha lamentado que “todas son voluntarias”.

“Echo de menos que esto sea obligatorio para todos los policías, como los cursos de tiro que no nos podemos saltar”, ha defendido, y ha destacado que si los agentes están preparados para estar bien pueden “atender mejor a las personas”.

“Somos los reyes de la ocultación emocional porque si en una intervención sientes miedo lo tienes que ocultar, si sientes rabia igual, y eso nos ha llevado muchas veces a no pedir ayuda”, ha reprochado Blasco, que ha añadido que algunos profesionales necesitados de terapia u otro tipo de ayuda psicológica la evitan porque piensan que “puede traerles problemas de cara a un ascenso”, aunque desde la asociación insisten en que los historiales médicos son privados y no pueden usarse para discriminar a los profesionales en su carrera.

Otra de sus reivindicaciones es que la retirada del arma, que ahora es obligada en las bajas por salud mental, se extienda a todas las bajas médicas para evitar la estigmatización, pero también porque muchas bajas “físicas” de los agentes enmascaran problemas psicológicos que tienen miedo a revelar.

Sobre los aprendizajes que deja la tragedia, Blasco ha considerado que deja poso “para poder enfrentarnos mejor a una situación similar y que la solventemos”.

El policía y psicólogo Alfredo Pacheco en el Foro “Nuevos retos en la salud mental tras la dana”/EFE/Ana Escobar

Deja un comentario

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com