Los argentinos residentes en la península de Florida y turistas esperan en sus casas o en hoteles la llegada del huracán Irma, que ya tocó tierra, pero que avanza hacia el norte con vientos promedio de casi 200 kilómetros por hora.
Familias argentinas residentes en la península de Florida y turistas esperan en sus casas o en hoteles la llegada del huracán Irma, que ya tocó tierra, pero que avanza hacia el norte con vientos promedio de casi 200 kilómetros por hora. Refugiados en un hotel del centro de la ciudad de Tampa -al oeste de la península-, una familia de argentinos debió evacuarse dos veces en cuatro días tras la advertencia, en un primer momento, de que el huracán avanzaría por la costa este de Florida.
«Alquilamos una casa en la zona de Hollywood (al este de Florida) para pasar las vacaciones, pero el miércoles nos dijeron que teníamos que evacuar. Nos vinimos para el lado de Tampa, fuimos a un hotel cerca del mar y ayer nos obligaron a evacuarlo», expresó a Télam Monica Marciadri, argentina ahora refugiada junto a su esposo y otros tres familiares en un hotel del centro de la ciudad.
«Fue una locura, tuvimos que llamar por teléfono de urgencia, pero conseguimos un cuarto y ahora estamos en un hotel muy preparado. Repartieron linternas ante un posible corte de luz y nos pidieron que nos alejemos de las ventanas», indicó Marciadri, quien había llegado a la ciudad de Miami el 31 de agosto último.Según Mónica, ante la llegada de la peor parte de la tormenta, tanto periodistas como turistas que están hospedados en el hotel no se animan a salir hasta que pase el huracán.»La realidad es que nadie se atreve a salir. Las calles están vacías. Es imposible estar afuera», indicó.
Al mismo tiempo, en un departamento en la zona de Weston -a 50 kilómetros de la costa este de Miami- otras dos familias de argentinos esperan por el paso del huracán y por el fin del toque de queda impuesto por las autoridades que comenzó este sábado y que continuará hasta el lunes a las 10.»Desde hace tres días que no salimos de casa. Abrimos la puerta hoy a la mañana para filmar un video, pero hace un rato intentamos de vuelta y ni siquiera pudimos por la fuerza del viento», contó a esta agencia Verónica Vacas, argentina residente de Miami.
Según contó, los preparativos de alerta a la población comenzaron el lunes último, cuando ya era seguro que el huracán llegaría a la península. «Empezaron a bajar el nivel de los lagos para manejar las inundaciones, extendieron los horarios de atención de los supermercados y nos informaron de qué abastecernos -alimentos no perecederos, pilas, herramientas de protección de ventanas, etc.- y cuánto comprar», indicó Verónica.