El financiamiento internacional para el desarrollo en Argentina alcanzó el año pasado los US$ 5.023 millones, la cifra más alta de la serie histórica desde 1990, con un aumento de 27,5% en relación con 2021 y superando el anterior máximo de US$ 4.669 millones logrado en 2003, informó este viernes el Ministerio de Economía.En 2022 los desembolsos de los Organismos Internacionales de Crédito (OIC) sumaron US$ 5.023 millones en lo que constituye una cifra récord, de acuerdo con los registros de la Secretaria de Asuntos Económicos y Financieros Internacionales.
Particularmente, se observó una aceleración de los desembolsos a partir de agosto, cuando asumió la gestión de Sergio Massa al frente del Palacio de Hacienda, ya que el 77%, casi US$ 4.000 millones, se realizaron entre ese mes y diciembre.
En cuanto a la procedencia de los desembolsos, el 49% fueron del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); el 20% del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF); 14% de la Corporación Andina de Fomento (CAF); misma proporción para fuentes bilaterales; 2% de Fonplata, 1% del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE); y 0,14% del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
El flujo neto positivo del financiamiento en 2022 fue de US$ 1.913 millones, el más alto de los últimos 26 años.
Además, el año pasado se aprobaron nuevas operaciones por US$ 5.149 millones, de los cuales aproximadamente el 60% se concretaron a partir de agosto.
Al respecto, el BID representó el 48%, seguido del BIRF en un 26% y la CAF en un 19%.
Apenas asumió su gestión, Massa se comprometió a gestionar la aceleración de desembolsos de organismos internacionales, cuyos créditos estaban en carpeta, pero aún faltaban aprobar y, otros que ya habían sido aprobados pero se encontraban demorados por US$ 1.200 millones; como también un nuevo programa con CAF por US$ 750 millones adicionales.
Un mes más tarde, Massa, y el entonces presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, anunciaron en Washington que se lograban destrabar créditos de ese organismo por casi US$ 3.000 millones para la Argentina hasta fin de año, de los cuales US$ 1.200 millones se destinaban al fortalecimiento de las reservas del Banco Central.
El BID presentó en setiembre un paquete de Financiamiento Especial para el Desarrollo (SDL) al Directorio Ejecutivo por US$ 700 millones, para financiar un Programa de Apoyo a la Mejora de la Gestión Fiscal y la Recuperación Económica.
Esto refleja un aumento de US$ 200 millones, que fue posible al priorizar la cartera de préstamos de la Argentina.
Además, presentó un préstamo PBL (Policy-Based Lending) de US$ 500 millones para el Programa de Apoyo a Políticas Públicas para el Crecimiento Sostenible y Resiliente en la Argentina, que es un aumento de US$ 200 millones en apoyo presupuestario.
En conjunto, estos préstamos permitieron aumentar el apoyo del BID a la Argentina de US$ 800 millones a US$ 1.200 millones en el último trimestre de 2022.
A fines de noviembre, el BID aprobó otros US$ 500 millones para que nuestro país fortalezca su capacidad de planificar y financiar acciones climáticas, desarrolle un marco favorable para las finanzas sustentables que aseguren las inversiones necesarias para una transición sostenible e inclusiva del sector privado, e impulse la economía circular y la descarbonización de la actividad económica.
Por su parte, también a comienzos de agosto, la CAF confirmó un desembolso de US$ 740 millones para obras e infraestructura en la Argentina, de los cuales US$ 340 millones fueron para financiar el Programa de Obras Básicas, Primarias y Redes Secundarias para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), y otros US$ 100 millones para el Programa Nacional Argentina contra el Hambre.
Asimismo, a principios de diciembre el organismo anunció que financiará por US$ 540 millones el segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner.
Además, aprobó dos programas de financiamiento por hasta US$ 430 millones para la mejora de caminos rurales productivos y el sector energético.
El tercer organismo que más fondos aportó, el BIRF, que es el brazo financiero del Banco Mundial, otorgó a fines de octubre un crédito por US$ 600 millones para modernizar la estructura del ferrocarril Belgrano-Sur de pasajeros, y otros US$ 200 millones para el programa de Innovación para el Crecimiento Inteligente.