Racing Club logró un triunfo por 1 a 0 sobre Boca Juniors que sirvió más en lo anímico que en una potencial lucha por los primeros lugares del torneo de primera división, en el que están lejos de la punta del grupo 2, pero con la mente de ambos puesta en el juego de esta semana en la Bombonera por Copa Libertadores.
Los indicios de la importancia que le dio cada uno a este clásico parecían conducir a que era la máxima, pero si se hilaba fino se podía advertir que era un poco más importante para Boca que para Racing, siempre tomando como parámtero el próximo enfrentamiento por Libertadores del jueves próximo en la Bombonera.
Y esa diferencia estuvo en los delanteros que puso Facundo Sava en cancha, hoy por hoy la dupla «suplente», esa que debutó esta noche con Roger Martínez y Diego Milito, que nunca se habían entegrado anteriormente.
Es que desde hace dos juegos, más precisamente desde el agónico empate logrado por la «Academia» en cancha de Independiente con aquella histórica chilena de Lisandro López que empezó a gestarse una nueva sociedad «titular» de «Licha» con Gustavo Bou, que hoy está en conflicto con el presidente Víctor Blanco.
Y este dueto se vio reforzado en su constitución entresemana cuando Racing goleó a Bolívar por Copa Libertadores, lo que rápidamente decidió a Sava a optar por ellos para el partido con los ‘xeneizes’ por la Libertadores, un objetivo más cercano a
este presente racinguista que el presente torneo local.
Sin embargo arrancó mejor parado en la cancha Boca durante los primeros minutos, bien plantado en el mediocampo y con la intención de ser protagonista, pero muy lejos del arco de Nelson Ibañez, otra variante ensayada por el ‘Colorado’ en lugar de Sebastián Saja.
No obstante, a los 9 minutos, tras una buena jugada colectiva, Racing abrió el marcador con un golazo de Roger Martínez, que resolvió con un taco de derecha dentro del área chica. El colombiano también había marcado otra conquista de gran factura frente a los bolivianos tras eludir a cuatro rivales y definir entre las piernas del arquero.
Después del gol, el local tomó el control del partido durante alrededor de cinco minutos en los que el paraguayo Oscar Romero pidió la pelota y logró conectarse con sus compañeros.
Pero el dominio ‘académico’ duró poco y Boca volvió a manejar la pelota, aunque sin llegar a ser profundo ni vertical, ya que el visitante no tuvo peso ofensivo y se mostró sin un claro referente de área, puesto que Carlos Tevez jugó muy alejado del área rival, como bloqueado por esa «pachorra» que lo alcanzó desde que empezó el año.
El lugar de ‘9’ lo ocupó entonces Pablo Pérez, un volante, que para variar volvió a ser amonestado en ese primer tiempo que terminó resultando bastante parejo y cuyo resultado más justo hubiese sido un empate.
Y en el segundo tiempo, con la entrada de Andrés Chávez en lugar de Rodrigo Bentancurt ya Boca tuvo mayor peso en ofensiva, porque Carlos Tevez se puso en el rol de conductor de su equipo, al que le hizo manejar la pelota y dominar nuevamente el partido.
Es que todas las jugadas de peligro de Boca pasaron por los pies de Tevez en esos segundos 45 minutos, que se jugaron íntegramente en el campo de Racing.
Ante este dominio Racing se replegó en su campo debido a la supremacía del rival y ni siquiera pudo salir de contraataque, porque en ataque ya no gravitaron los desempeños de Milito ni de Martínez, pero tampoco marcó la diferencia Bou al ingresar.
Y además Romero, su conductor natural, desapareció y su equipo lo sintió.
En Boca se terminaron destacando entonces Tevez y Chávez (le cambió la cara a Boca en ataque), mientras que por contrapartida en Racing la figura fue el arquero Ibañez con dos intervenciones claves ante ambos atacantes ‘xeneizes’.
Además se mostró seguro de arriba lo mismo que su compañero de defensa Luciano Lollo.
Esto puso en evidencia lo injusto del resultado de este encuentro en el que Boca mereció más, como mínimo un empate, aunque tampoco hubiese estado mal hasta que lo hubiese ganado.Pero ocurrió lo contrario y el técnico Rodolfo Arruabarrena se convirtió en el primero en la historia ‘auriazul’ en perder tres clásicos oficiales consecutivos ante Racing.