Racing Club llegó a la punta del campeonato de la Liga Profesional al vencer ajustadamente a Lanús, como visitante, por 1 a 0, con un gol de Enzo Copetti a 10 minutos del final de este encuentro correspondiente a la 26ta. y penúltima fecha del certamen.
Ahora los de Avellaneda, que aventajan por dos puntos a su escolta, Boca Juniors, deberán esperar lo que acontezca mañana desde las 15 en La Plata, cuando el Xeneize juegue ante Gimnasia y Esgrima los 81’ pendientes del malogrado partido de la 23ra. fecha que estaba empatado sin goles.
Lanús, último en la Tabla Anual y penúltimo en el campeonato, tomó la iniciativa desde el principio del encuentro, haciéndose fuerte en el medio y controlando la pelota ante un Racing, primero en ambas tablas, que tardó en acomodarse en el campo de juego.
Pero con el correr de los minutos la Academia trató de torcer el rumbo del partido a partir de un adelantamiento posicional que le permitió acercarse al área Granate, aunque allí se encontró con la firmeza de la defensa local.
El segundo período transitó ya desde su comienzo por el mismo camino por el que avanzó el final frenético del primero, con juego friccionado en la mitad de la cancha, siempre alejado de las áreas y sin tomar ventajas desde ninguno de los dos lados.
Y a medida que fue avanzando el tiempo la sensación de frustración seguramente se iba apoderando de los hinchas racinguistas, esos que a través de un banderazo fueron a despedir masivamente al plantel.
Es que así como el triunfo lo ponía en los umbrales del título, la igualdad los dejaba con escasas posibilidades, con los mismos puntos que Boca pero con tres por jugar contra seis de los Xeneizes.
Sin embargo, Racing, que extrañó la generación de juego del lesionado Emiliano Vecchio y no tuvo espacios para la galopadas de Johan Carbonero, tiene un goleador que siempre aparece en los momentos clave, y ayer no fue la excepción: Enzo Copetti.
El platinado recibió abierto sobre la derecha un pase filtrado de Matías Rojas a los 35’ y desde un ángulo cerrado «inventó» el significativo gol de la victoria con un remate bajo, contra el primer palo del arquero Guillermo De Amores, que se le filtró entre la pierna izquierda y el poste.
Después de eso Racing se afirmó defensivamente para desnudar la impotencia ofensiva de su adversario y restando cinco minutos Copetti empezó a renquear y tocarse el muslo derecho, pero Fernando Gago ya no tenía cambios por hacer.
Lo único que quedaba por delante era esperar el final, celebrar en un abrazo conjunto bien apretado, y ponerse a esperar por un sueño, ese que podría hacerse realidad el próximo domingo, con otros tres grandes como Boca, River e Independiente mediante. s