Que se termine la guerra, la situación está extenuada



El sacerdote argentino Gabriel Romanelli, quien desde hace veinte años sobrevive en la Franja de Gaza y suele dar misa en medio de los bombardeos, destacó este viernes que allí «la situación sigue muy mal» y se mostró esperanzado en la posibilidad de que el acuerdo de paz impulsado por Donald Trump «se dé» y que «se pueda llegar a una tregua como primer paso para el final de esta guerra».

En un mensaje que publicó en las últimas horas del viernes en Gaza y tras reportar que incluso «hoy hubo bombardeos muy cercanos» a su parroquia, Romanelli clamó: «Que se termine la guerra».

Romanelli destacó que ante las noticias que circulaban este viernes en la zona mucha gente preguntaba por «la propuesta del cese de las hostilidades» y señaló que «esto no puede continuar así, la situación está extenuada».

«La situación sigue mal, muy mal aunque se habla de que se puede llegar a una tregua, como primer paso para llegar al final de esta guerra, esperemos que se dé», clamó el sacerdote de 55 años y nacido en el barrio porteño de Villa Crespo.

Al profundizar sobre la situación actual del conflicto, a la que describió como «extenuada», describió que hubo «más de 66 mil muertos en la Franja de Gaza, más de 169 mil heridos, muchisimos niños con amputaciones».

Además, reveló que allí «cada vez hay menos médicos, menos centros médicos, menos medicina, menos agua para ayudar para distribuir entre la gente» y siguen los bombardeos.

En la zona de Gaza «vivimos más de dos millones de personas», acotó y señaló que si bien los datos varían «se considera que al menos la mitad ha partido hacia el sur, encontrando mucha dificultad».

En su rol misionero, Romanelli resaltó que «las familias cristinas han decidido venir a estar ‘en lo de Jesús’, como le dicen a la iglesia». Y, comentó que allí se encontraban «todos rezando para que se de la paz».

El sacerdote, que solía recibir a diario un llamado de Jorge Bergoglio desde que en 2013 fue consagrado Papa, recordó que «mañana es el día de San Francisco de Asís, un gran misionero, un gran santo de la historia de la iglesia Católica que tanto ha echo por Tierra Santa» y entonces pidió: «Que se termine esta guerra».

«Nosotros estamos bien», acotó aunque reveló que «hubo bombardeos más cercanos hoy».

Y, al respecto, indicó que en los alrededores de su parroquia, la Sagrada Familia de Gaza, «hubo humo, polvo, llegaron esquirlas y se sintieron fuerte las explosiones».

Acostumbrado a los sacudones y ruidos de los bombardeos en distintos barrios de Gaza, el sacerdote que también sufrió lesiones en un ataque israelí en julio, sigue aferrado a su compromiso solidario y asegura: «Nosotros tratamos de ayudar a todos los vecinos, con agua, comida, medicinas y seguimos rezando por la paz».

Hace tan solo tres meses, el propio Romanelli resultó herido cuando un ataque israelí alcanzó a su parroquia, tras lo cual la Iglesia envió a sus autoridades y representantes ortodoxos para brindar ayuda y contención a los equipos religiosos.

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