Las versiones sobre la posibilidad de que Mauricio Macri juegue por fuera del acuerdo que sus terratenientes están macerado en la provincia de Buenos Aires con La Libertad Avanza son desestimadas por el gobierno nacional. En la cúpula del oficialismo, que insiste en negociar bajo sus estrictas condiciones con el batallón amarillo, creen que el ex presidente sólo busca seguir tensionando con el oficialismo como último recurso en una guerra que, en los hechos, ya perdió.
Quienes lo conocen no dudan en afirmar que Macri sigue enojado. En privado, el bostero aún mastica bronca contra la secretaria general y titular de LLA, Karina Milei, y el asesor presidencial, Santiago Caputo, a quienes hace responsables de impedir su desembarco en la gestión libertaria. La negativa de los socios mayoritarios del Triángulo de Hierro de Javier Milei para conceder al ingeniero ministerios claves -que habiliten negocios despampanantes para sus amigos del alma-, y el control político-electoral de esta alianza de centro derecha desconfiguró los planes del ex mandatario, quien en las últimas semanas dejó la pasividad y volvió a calzarse el uniforme de guerra.
Tres miércoles atrás, mientras en la calle los jubilados hacían su ya habitual reclamo salarial, dentro del Congreso la oposición logró dar media sanción al proyecto que incrementa las jubilaciones en 7,2%. La aprobación no sólo se alcanzó gracias al apoyo de bancas que responden a gobernadores aliados con Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáez (Salta, sino que la abstención de la casi decena de diputados que responden a Macri también fue fundamental. El gris en los nombres de María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato, Luciano Laspina, Germana Figueroa Casas, entre otros legisladores, fue más que llamativo.
Foto: Agencia NA / Claudio Fanchi
En el oficialismo reconocen que el mensaje que buscó dar el ex presidente llegó. La posibilidad de que estos legisladores abandonen el glamoroso grupo de los 87 héroes y no convaliden el veto ya anunciado por el presidente no sólo significaría un golpe parlamentario para el oficialismo. En rigor, el aumento de las jubilaciones, deliberadamente pisadas por la gestión libertaria, atentaría con el control del déficit que el gobierno busca mantener impoluto hasta las elecciones, un escenario que enviaría una fuerte señal a los mercados que empiezan a mirar con cada vez más desconfianza el presente económico y político del modelo anarco capitalista.
Pese a todo, desde la mesa chica de Milei aseguran que el ex presidente deberá controlar sus impulsos en el Congreso si quiere mantener el orden y balance dentro de la Legislatura atomizada con la que deberá gobernar su primo Jorge Macri a partir de diciembre. La pésima performance amarilla en su bastión de origen abrió la puerta a que libertarios y peronistas logren ingresar, en conjunto, a más de una veintena de legisladores opositores que rompieron con la hegemonía que el PRO logró consolidar por casi dos décadas. «Mauricio se tiene que preocupar de que Jorge termine el mandato», dijo suspicaz un habitué del líder libertario.
Los dichos del colaborador de Milei se enmarcan en las nuevas aventuras que el campeón de bridge busca embarcarse. En los últimos días, se incrementaron los rumores sobre la voluntad del calabrés de resucitar su alianza con el radicalismo y el peronismo federal que conduce Emilio Monzó para competir en territorio bonaerense. Una reformulación menos ambiciosa de Juntos por el Cambio que le permita continuar manteniendo el control que el huracán libertario le arrebató tras su llegada a la gestión en 2023 y el avasallante triunfo en la Ciudad en la elección de mayo pasado.
Las habladurías tienen un sustento. Según pudo confirmar este diario, después de varios meses Macri y Monzó volvieron a reunirse la semana pasada. El mitin entre ex presidente y armador tuvo lugar en un bar de Palermo y, según confiaron fuentes al tanto del cónclave, fue un encuentro “ameno y distendido”. Si bien de aquella cumbre no salieron mayores definiciones y sólo se trató de un primer acercamiento, la posibilidad de que Macri evalúe “cortarse sólo” no fue bien recibida entre quienes trabajan para conseguir el mejor trato posible con el oficialismo nacional.
En este punto, una fuente al tanto de las negociaciones con el campamento violeta que conduce Sebastián Pareja en territorio bonaerense afirmó que ninguno de los reencuentros que pueda ensayar el ex presidente va a frenar el acuerdo ya en marcha entre libertarios y amarillos. “No sé qué idea tiene Mauricio en la cabeza. Hasta hace dos días lo puteaba a Emilio de arriba a abajo y decía que él y (Nicolás) Massot eran traidores” deslizó sin tapujos la misma voz, quien además cuestionó la táctica política de su -todavía- jefe. “Se junta un día y al otro el senador de Monzó vota a favor de la reelección de los legisladores en Provincia… es raro”, sentenció.
Los tejes y manejes del ex presidente no son tomados en cuenta por los conductores designados para acordar con los libertarios. Desde ese mismo sector afirman que la voluntad mayoritaria del PRO es comulgar con el oficialismo nacional en un frente que los aglomere para competir contra la forma que adopte el justicialismo en la Provincia. “No nos interesa ningún rejunte de centro para ver qué sacamos. Si competimos, lo hacemos junto a la LLA”, dijo un miembro de la mesa chica amarilla que cuestionó las imputaciones de algunas figuras del ex JxC para plegarse a la estrategia. “Los intendentes están teniendo el síndrome Jorge (Macri). Creen que le puede ganar a LLA y no se dan cuenta que la ola se les viene encima”, analizó.
Basado en las mediciones semanales que llegan a su oficina, la misma fuente advierte que el nivel de polarización en PBA es dominante. “El peronismo en la provincia está intacto, las mediciones les dan alrededor de 40% y del otro lado está Milei. En el medio no va a existir nada”, concluyó cerrando la puerta a toda negociación entre moderados.
Pese a la inconsistencia anímica del ex mandatario, en el PRO aseguran que todo está listo para conseguir un acuerdo favorable entre amarillos y violetas para las elecciones de septiembre y octubre. Así se consideró en la cumbre que los diputados Cristian Ritondo, Diego Santilli; y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, tuvieron este martes con Pareja en las oficinas del “Colo” en la zona norte de la Ciudad. “Para el 7 de julio (fecha límite para anotar las alianzas) vamos a ser todos amigos”, dijo confiado un macrista de la primera ola.