Es aficionado al fútbol americano, al hóckey sobre hielo y al básquetbol, pero Christian Mate Pulisic nada hace con más talento que lidiar con la indócil pelota número 5, ya compite con el legendario Landon Donovan el sitial de mejor jugador estadounidense de todos los tiempos y sueña con ser una gran figura de la Copa del Mundo.Estados Unidos jugó en siete Mundiales consecutivos (desde 1990 hasta 2014) e incluso llegó a cuartos de final en Corea-Japón 2002, pero víctima de un demorado recambio su declinación se hizo notoria y quedó afuera de Rusia 2018.
Sin embargo, más temprano que tarde retomó una senda virtuosa en la que el exponencial crecimiento de la Major League Soccer (MLS) tuvo mucho que ver y la sabia mano del entrenador Gregg Belharter fue relevante en tanto seleccionador, líder y estratega.
En ese entorno se consolidaron el arquero Matt Turner (Arsenal); los defensores Sergiño Dest (Milan), Sam Vines (Amberes), Joe Scally (Borussia Möenchengladbach); los mediocampistas Weston McKennie (Juventus) Tyler Adams (Leeds United) y los delanteros Brenden Aaronson (también en Leeds United) y Giovanni Reyna (Borussia Dortmund), entre otros.
En buen romance, hoy a nadie sorprende que haya un futbolista estadounidense en un club de las grandes ligas europeas, así como tampoco que uno de ellos, como es el caso de Pulisic, goce rango de sobresaliente.
De ascendencia croata (su padre resultó un notorio jugador de fútbol sala), el muchacho apodado «Capitán América» nació en Hershey, Pensilvania, el 18 de septiembre de 1998, donde hizo sus primeros goles en equipos barriales de Hershey (PA Classics y Harrisburg City Islanders), hasta que con edad de 16 años fue reclutado por Borussia Dortmund.
Se debut en la Bundesliga de Alemania se produjo en calidad de sustituto el 30 de enero de 2016 frente al Ingolstad 04, a las dos semanas fue titular contra el Bayer Leverkusen y en abril anotó su primer gol en la Bundesliga versus Hamburgo.
En el Borussia Dortmund jugó 127 partidos, con 19 goles y 23 asistencias, participó en la conquista de la Copa de Alemania de 2017, hasta que codiciado por unos cuantos clubes de la propia Bundesliga, del Calcio y de la Premier League, el segundo día de 2019 desembarcó en Chelsea, que pagó por su ficha una montaña de euros: 64 millones.
En Los Leones Azules lleva 129 partidos, con 26 goles, 21 asistencias con tres vueltas olímpicas en un fantástico 2021: Champions League en la final jugada en Oporto con Manchester City, Supercopa de Europa al Villarreal en Belfast y el Mundial de Clubes en Emiratos Árabes Unidos a expensas de Palmeiras por 2-1 en tiempo suplementario.
Y si bien no es titular inamovible, explicable por el solo hecho de que integra un plantel poblado de estrellas, siempre fue de alta consideración para el anterior DT Thomas Tuchel, como lo es para el actual Graham Potter.
Esa simultaneidad con otras figuras del Chelsea hace pensar que saldrá de Stamford Bridge después del Mundial. Juventus, por caso, está dispuesto a pagar por su traspaso unos 30 millones de euros.
Sus magníficas condiciones atléticas (velocidad, pique corto, vigor físico) y estrictamente futbolísticas (gambeta corta, descargas medidas, toques certeros, ubicuidad en el área, remate y gol) lo han convertido en pieza clave en el elenco estable de la Selección de Estados Unidos.
Y eso desde la Sub-15, pasando por la Sub-17, hasta la Mayor, donde debutó en marzo de 2016 en un partido frente a Guatemala, más temprano que tarde devenir fundamental y atesorar hoy una marca de 21 goles en 52 partidos.
A decir de su ex director técnico en Chelsea, Frank Lampard, Pulisic es «un jugador moderno». ¿Por qué? Porque dispone de «un instinto de ataque directo, talento para llegar al área pasando entre varios defensores y el convencimiento de que puede cambiar el destino de un partido».
Y qué decir del seleccionador de la Selección de Estados Unidos, Míster Belharter, que mientras analiza a los rivales del Grupo B en Qatar (Gales, Inglaterra, Irán) pulsa en él la certeza de que avanzar en el Mundial dependerá en grado sumo de la inspiración del numero 10 de sangre balcánica, hincha de New York Nets (fútbol americano), New York Rangers (hóckey sobre hielo) y Philadelphia 76ers (básquet).