Un jurado popular declaró culpables a Daniel Napal y Carlos Peinipil por el asesinato de José Crettón, ocurrido en agosto de 2022 en El Maitén. La Justicia los condenó a prisión perpetua en un caso que expone la violencia de género y la motivación económica detrás del crimen.
El fallo fue dictado por el juez Jorge Novarino en Lago Puelo, quien halló a Napal culpable de homicidio agravado transversal y a Peinipil de homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria. Ambos fueron declarados reincidentes, lo que les impide acceder a beneficios de reducción de pena.
Un homicidio con trasfondo de violencia de género
La investigación determinó que Napal asesinó a Crettón como parte de un acto de venganza contra su ex pareja, Marcela González, quien había decidido terminar una relación de 20 años marcada por el maltrato. La modalidad del crimen, tipificada como homicidio transversal, implica que la víctima no era el objetivo directo del agresor, sino un medio para infligir dolor a otra persona.
«La víctima del homicidio es inocente en la disputa entre dos personas. Su vida se convierte en un instrumento para causar dolor a la otra parte», explicó el juez Novarino al fundamentar su fallo.
El jurado popular consideró probado que Napal ejerció violencia de género contra González, lo que permitió entender el contexto en el que se gestó el crimen. Según la Fiscalía, el acusado mantenía un patrón de hostigamiento y control sobre su expareja, y al enterarse de su vínculo con Crettón, decidió asesinarlo.
Un crimen planificado
La noche del 11 de agosto de 2022, Napal y Peinipil salieron en una camioneta conducida por la hija adolescente del primero. Tras descender del vehículo, caminaron hasta la casa donde Crettón residía desde hacía poco tiempo, luego de conocer a González a través de redes sociales.
Los acusados lo redujeron y lo trasladaron al sector ferroviario de El Maitén, donde lo asesinaron brutalmente: Napal le disparó dos veces en la cabeza y Peinipil le cortó el cuello con un cuchillo. Luego intentaron deshacerse del cuerpo y de sus pertenencias prendiéndolas fuego en un lugar aún no identificado.
Matar por dinero
Carlos Peinipil fue condenado por homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria. Según determinó la Justicia, su participación en el crimen respondió exclusivamente a un beneficio económico ofrecido por Napal.
Este tipo de delitos, donde la vida humana es subordinada a un interés material, es considerado de extrema gravedad por el Código Penal. La investigación demostró que Peinipil tuvo un rol clave no solo en la ejecución del asesinato, sino también en los intentos por encubrirlo.
Un fallo ejemplar
La pena de prisión perpetua para Napal y Peinipil fue solicitada por los fiscales Carlos Díaz Mayer y Débora Barrionuevo, junto con el abogado querellante de la familia Crettón, Juan Zapata.
El juez Novarino declaró a Napal reincidente por segunda vez y a Peinipil reincidente, lo que significa que deberán cumplir la totalidad de la pena sin posibilidad de reducción.