Los hechos se dan especialmente en la zona sur de la provincia de Buenos Aires.
La Cámara de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) manifestó su “profunda preocupación” ante el aumento de robos a camiones refrigerados que transportan carne vacuna, especialmente en la zona sur de la provincia de Buenos Aires. La entidad estimó que entre noviembre y diciembre se habrían robado unas 500 media reses, en algunos casos bajo la utilización de violencia extrema.
“Esta situación no solo pone en riesgo la integridad física del personal involucrado, como choferes y peones, y afecta los vehículos y la mercadería transportada, sino que además compromete un aspecto crucial para la industria y los consumidores: la trazabilidad de la carne”, remarcó un comunicado enviado por CAMyA.
Según los matarifes, la pérdida de trazabilidad impide conocer el destino y la finalidad de los productos robados, lo que genera una grave incertidumbre sobre su seguridad y salubridad, poniendo en riesgo a los consumidores finales.
“Este delito, que se intensifica particularmente en estas fechas, requiere de una respuesta urgente y efectiva”, aseguró el texto.
Desde CAMyA instaron a las autoridades competentes a tomar medidas concretas y contundentes para combatir esta problemática, acompañando al sector en la prevención y lucha contra estos delitos.
“Es fundamental proteger no solo los bienes y recursos del sector, sino también garantizar la seguridad de los trabajadores y la calidad de los productos que llegan a la mesa de los consumidores”, cerró el comunicado.
El vicepresidente de Camya, Sergio Pedace, afirmó que las zonas bonaerenses donde más robos se han dado fueron en Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, Lanús, Lomas de Zamora y Quilmes.