El grupo de investigación del Conicet liderado por la bióloga Gabriela Barrientos obtuvo el reconocimiento de la American Heart Association por el trabajo en el que demostraron que el uso del ácido tióctico -un antioxidante que se utiliza para otras patologías- mejoró el cuadro hipertensivo en ratas embarazadas, lo que podría usarse como tratamiento para prevenir la preeclampsia, una modalidad de presión alta durante la gestación que puede ser un gran riesgo para las mujeres y para el feto.»Si bien hay que ser cautos en cuanto a las expectativas porque el estudio todavía está en una fase pre-clínica (no se probó en humanos), es cierto que los resultados son promisorios teniendo en cuenta que ya existen usos clínicos del ácido tióctico, lo que permite vislumbrar la posibilidad de reposicionar el fármaco para el uso en trastornos hipertensivos del embarazo», explicó a Télam Barrientos, miembro del Laboratorio de Medicina Experimental del Hospital Alemán.
«Si bien hay que ser cautos en cuanto a las expectativas porque el estudio todavía está en una fase pre-clínica, los resultados son promisorios teniendo en cuenta que ya existen usos clínicos del ácido tióctico, lo que permite vislumbrar la posibilidad de reposicionar el fármaco»Gabriela Barrientos, bióloga
La bióloga y doctora en Ciencias Médicas detalló que el ácido tióctico (o ácido alfa lipoico, ALA) «es un compuesto natural que se produce en las mitocondrias y que también puede incorporarse a través de la dieta pero no en grandes cantidades, por lo que puede ser suministrado como suplemento; utilizado de esta forma, el ALA funciona como un potente antioxidante y posee una fuerte acción antiinflamatoria».Desde hace más de 50 años, el ALA se utiliza para tratamiento del dolor neuropático en pacientes diabéticos y en Argentina obtuvo recientemente aprobación para su uso en la prevención del daño por reperfusión en trasplantes hepáticos; también existen algunos antecedentes de ensayos clínicos en los que se testeó su aplicación en enfermedades neurodegenerativas y en la prevención de abortos espontáneos.
«Este antecedente en particular fue lo que nos llevó a pensar que podría ser aplicado en complicaciones del embarazo, particularmente en la hipertensión gestacional y la preeclampsia», detalló la investigadora y recordó que esta línea de investigación se inició en 2014, cuando ingresó a la Carrera del Investigador de Conicet.
«Comencé a trabajar en el Laboratorio de Medicina Experimental del Alemán en la validación del modelo de ratas espontáneamente hipertensas para el estudio de los mecanismos que favorecen el desarrollo de preeclampsia», contó.
En ese trabajo de validación, que fue publicado en la revista Molecular Human Reproduction, el grupo demostró que esas ratas desarrollan el mismo tipo de alteraciones en la formación de la placenta que se reportan en las pacientes, en las que el daño oxidativo juega un papel central como desencadenante del de la hipertensión.
«A raíz de estos resultados fue que surgió la idea de realizar un estudio terapéutico en este modelo que apuntara a bloquear ese proceso de daño para ver si podíamos revertir las manifestaciones de preeclampsia; así fue como en 2019 surgió esta colaboración con laboratorios Gador y comenzamos a trabajar con el ALA», explicó.
En el estudio premiado por la sociedad científica estadounidense los investigadores administraron el ALA a las ratas hipertensas durante la gestación temprana, específicamente en el tiempo en que se desarrolla la placenta.
En el estudio premiado por la sociedad científica estadounidense los investigadores administraron el ALA a las ratas hipertensas durante la gestación temprana, específicamente en el tiempo en que se desarrolla la placenta.
«Los resultados mostraron que las ratas tratadas con ALA tuvieron una reducción significativa en la expresión de marcadores de inflamación y daño en la placenta y que esto se tradujo no sólo a nivel materno atenuando el deterioro del cuadro hipertensivo sino también en mejoras en el desarrollo vascular placentario y consecuentemente en el crecimiento fetal», señaló.
«Es decir, se trata de un estudio preclínico (y como tal, aún preliminar) que sugiere que el ALA podría tener efecto beneficioso sobre la tríada de componentes (materno, placentario y fetal) afectados en los trastornos hipertensivos del embarazo. Aún es prematuro hablar de fechas, pero el objetivo a futuro es la realización de ensayos clínicos en pacientes hipertensas», indicó.
La preeclampsia es una de las formas más graves de hipertensión durante el embarazo; actualmente no existe tratamiento ni prevención para este cuadro, que constituye una situación de alto riesgo para la madre y el feto.
«Su prevalencia está en aumento debido al incremento general de los casos de hipertensión crónica, que conforma uno de los principales factores de riesgo en el embarazo. Se estima que entre un 25 a 40% de mujeres con hipertensión crónica desarrollan preeclampsia en sus embarazos«, concluyó Barrientos.