PPI y PICO, los dos métodos más efectivos para detectar y evitar estafas online

Imaginate esto: es sábado por la mañana, te despertás tranquilo, todavía en pijama, y de repente tocan el timbre. Al abrir la puerta, te encontrás con alguien que te dice: “¡Ganaste una camioneta!”. Suena increíble, ¿no? Pero hay un detalle: para entregártela, necesitan que primero valides tu identidad. Te piden tu documento, los datos de tu tarjeta de crédito, el título de propiedad de tu casa y más información personal.

Ahora pensalo bien: ¿le darías todo eso a un desconocido? Suena ridículo, ¿verdad? Nadie en su sano juicio entregaría semejante cantidad de información a cambio de una promesa que parece demasiado buena para ser real.

Y sin embargo, en el mundo digital, esto pasa todos los días. Atendemos llamadas, abrimos mensajes, completamos formularios y seguimos enlaces que nos prometen premios, beneficios o soluciones urgentes, entregando datos sensibles sin siquiera parar a pensar un minuto.

La buena noticia es que evitar estos engaños es más fácil de lo que pensás. Solo hace falta entender cómo operan los ciberdelincuentes y ajustar algunos hábitos para estar un paso adelante.

Fechas como el Hot Sale, CyberMonday o Navidad (entre otras) son terreno fértil para los ciberdelincuentes. Pero no se quedan ahí: también aprovechan situaciones específicas.

¿Recuerdan, por ejemplo, hace unos años, cuando estaban en falta las figuritas del último Mundial de Futbol? ¿O cuando escaseaban las cubiertas para los vehículos? Estos contextos fueron aprovechados en su momento por los ciberdelincuentes para crear sus pretextos y estafar a muchas personas. Y no nos olvidemos que en temporada de verano (como estamos viviendo en estos momentos en Argentina) comienzan a resurgir las infaltables estafas en alquileres temporarios.

¿Cómo funciona el engaño? Publican ofertas irresistibles, como propiedades muy atractivas a precios demasiado bajos. Piden un pago por adelantado y, cuando llega el momento de disfrutar tu compra o alquiler, descubrís que desaparecieron junto con tu dinero.

Para evitar caer en estas trampas, hace ya un tiempo desarrollé el método PPI (Perfil, Precio e Información) con la idea de poder identificar de forma sencilla y fácil si estamos frente a una posible estafa:

• Verificá hace cuánto tiempo fue creado (ejemplo: en Instagram podemos ir al primer posteo y al último, observando ambas fechas como para darnos una idea de actividad).

• Chequeá si están habilitados o deshabilitados los comentarios y si tiene actividad consistente en plataformas de venta o redes sociales.

• Los perfiles nuevos, con comentarios cerrados, y/o con poca actividad son indicadores de riesgo y requieren especial atención.

• Compará los precios con otras opciones disponibles en el mercado. Si la oferta parece demasiado buena para ser verdad, podría tratarse de una estafa.

• Solicitá más datos: fotos, videos y detalles adicionales sobre el producto o servicio.

• Si es posible, pedí una videollamada para confirmar la autenticidad.

• Los ciberdelincuentes suelen evitar este tipo de interacción, lo que puede ser una señal clara de alerta.

Un mensaje en Instagram que dice que ganaste un premio, una publicidad en Facebook con sorteos de casas, o un perfil que imita al de tu banco. Los estafadores han perfeccionado el arte de parecer legítimos. Usan logos, colores y nombres que generan confianza para robar datos sensibles.

¿El objetivo? Hacerte ingresar información en páginas clonadas o guiarte en un chat de WhatsApp para que entregues tus datos bancarios.

Recordá siempre: los bancos no piden información sensible por redes sociales ni mensajes directos. Si algo no te cierra, verificá en los canales oficiales.

Detectar una estafa es más fácil si conocés las cuatro claves del método PICO: Pretexto, Impostor, Contexto y Oportunidad.

• Pretexto: te contactan con un pretexto que te genera una emoción o urgencia: «Ganaste un premio» o «Hay un problema con tu cuenta», por ejemplo. Me gusta decir que, “cuando la emoción se prende, la razón se apaga”. Y los ciberdelincuentes lo saben.

• Impostor: se hacen pasar por una entidad conocida o por alguien de confianza, como tu banco o un amigo (esto último es muy utilizado luego del robo de cuentas de WhatsApp).

• Contexto: usan situaciones actuales para sonar creíbles, como promociones, sorteos populares y muchas veces también se apalancan de algo que esté sucediendo en ese momento, como por ejemplo el pago de un bono de Anses, medidas económicas o filtraciones de datos.

• Oportunidad: te ofrecen una oportunidad única e increíble pero con la condición de actuar rápido: “Hacé clic ya”, “Descargá esta App” o “Confirmá tus datos ahora”. Cuanto más te apuren, menos te van a dejar pensar.

Repasando: Pretexto, Impostor, Contexto y Oportunidad son cuatro constantes que siempre están presentes en todo tipo de estafas.

Los ciberdelincuentes dependen de la tecnología para operar. Si les cortamos el medio (mail, redes sociales o teléfono) y no les compartimos datos, evitando enlaces sospechosos y verificando siempre en sitios oficiales, les hacemos imposible actuar.

Con simples hábitos de seguridad, no solo nos protegemos a nosotros mismos, sino que también contribuimos a un mundo digital más seguro. Así que la próxima vez que te enfrentes a una situación sospechosa, recordá: pensá, verificá y cortale el medio al ciberdelincuente.