Lourdes y su esposo, Antonio Tarazona, fueron sorprendidos por el temporal que provocó casi un centenar de muertos mientras viajaban en auto con su beba de tres meses en Paiporta, un municipio a 13 kilómetros de la ciudad de Valencia.
Antonio intentó poner a su mujer y a su hijita a salvo y se lo llevó el temporal. Lourdes atinó a llamar a su amiga Claudia. Mientras el agua se iba devorando el auto, Lourdes logró trepar al techo con Angeline, su bebé, a upa.
En casa de Antonio y Lourdes, sus hijos Sofía, de diez años, y Bajix, de 13, pasaron la noche solos. Este miércoles Antonio fue rescatado con vida. No hay noticias de Lourdes ni de su beba.
Los gritos desesperados de los abuelos
La DANA, como se conoce a lo que comúnmente se llama “gota fría”, inundó dos residencias para mayores del sur de Valencia, en Massanassa y en Guadassuar.
Las imágenes de personas ancianas en sillas de rueda gritando de pánico al ver que el agua les llegaba a las rodillas se viralizaron en las redes sociales.
Ocurrió en un centro de mayores de Massanassa, a 23 kilómetros de la capital provincial de Valencia cuando la mesa estaba puesta ya para cenar. Los manteles blancos comenzaron a mancharse con la inundación y las personas mayores, angustiadas, gritaban y lloraban. El personal de la residencia logró trasladar a la planta superior a los ancianos y sólo hubo daños en la infraestructura de la residencia.
Los argentinos en Valencia
Hasta las nueve de la noche (hora española) de este miércoles, no había argentinos entre las víctimas de la DANA, según confirmaron a Clarín fuentes de la embajada argentina en Madrid.
Desde el consulado argentino en Barcelona se habilitó un teléfono de emergencias para ciudadanos argentinos en Valencia (El +34 696 454 723).
Pablo Vignati, el compatriota que gestiona la Casa Argentina en Valencia José de San Martín y el grupo de Facebook Argentinos en Valencia, comentó a Clarín que no recibió denuncias de argentinos damnificados por el temporal.
“Nos contacta gente al revés, desde Argentina, para preguntarnos por argentinos que no se están reportando con sus parientes. Hay mucha preocupación en Argentina”, contó Vignati.
Durante todo este miércoles cientos de personas buscaban a familiares y amigos de los que no tuvieron noticias desde el martes, cuando las tormentas se transformaron en aluviones.
Los daños en las redes eléctricas y en las de telefonía celular complicaron las comunicaciones y, ante la falta de noticias, muchos buscaban consuelo en que los celulares de quienes aún no aparecieron con vida estén descargados.