El jefe de gabinete, Nicolás Posse, es quien define el cierre de los organismos y el destino de los empleados estatales. En medio del anuncio de miles de despidos del Estado, renunció el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Armando Guibert.
La confusión que hay en el Gobierno respecto de este tema llevó a que los funcionarios desmintieran al propio presidente. Milei dijo públicamente que echaría a 70 mil trabajadores y el vocero Manuel Adorni tuvo que bajar esa cifra a 15 mil.
Pero más allá de la cantidad de contratos que no se renovaron, hay miles de empleados que siguen yendo a sus oficinas pese a que no tienen funciones.
Eso sucede en organismos como el Inadi, que fue eliminado sólo de palabra. Los empleados que no fueron despedidos siguen yendo a las oficinas de avenida de Mayo y no cumplen ninguna función, pese a que el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, había anunciado que absorbería las funciones del organismo contra la discriminación.
En la TV Pública sucede algo similar. Como anticipó LPO, el canal estatal se quedó sin programación, pero el personal fue obligado a ir a trabajar ocho horas y no les entregan las vacaciones que muchos piden a la espera de una definición.
Télam fue cerrado de manera provisoria el 4 de marzo pero el Gobierno no pudo convencer a los trabajadores para que aceptaran los retiros voluntarios. Sólo alrededor del 15% aceptó la propuesta y por eso el Gobierno sigue pagando los sueldos.
«Por ahora siguen todos», dijeron a LPO en la Rosada, en donde admiten que no saben qué hacer con los trabajadores. En los gremios creen que el motivo es que no hay dinero para las multimillonarias indemnizaciones.