Ocurrió ayer pasado el mediodía frente a una vivienda ubicada por calle Lisandro Segovia al 2478. El menor de 8 años se dirigía a comprar pan. Fue sorprendido por el perro, que le desgarró el brazo derecho y lo mordió en la cara. La causa fue caratulada como lesiones culposas.
Un niño de 8 años sufrió graves lesiones en el brazo derecho y parte de la cara al ser atacado en la vía pública por un perro de raza Pitbull. El menor fue trasladado de urgencia al Hospital Pediátrico Juan Pablo II, donde anoche iba a ser sometido a una cirugía. Su estado de salud es reservado.
El hecho se registró ayer pasado el mediodía por calle Lisandro Segovia al 2478 de esta ciudad. El niño, que reside a la vuelta de la vivienda donde se encontraba el perro, pasaba por el lugar circunstancialmente.
Por causas que se investigan el animal lo atacó con furia. Los gritos del pequeño alertaron a los vecinos y un hombre logró rescatarlo.
El menor fue trasladado al Hospital Pediátrico. Según trascendió, sufrió el desgarro del brazo derecho y lesiones en el rostro.
Intervino de oficio la comisaría jurisdiccional y por la tarde la División Canes de la Policía de Corrientes procedió al secuestro del Pitbull para que sea sometido a los estudios de zoonosis.
La causa fue caratulada como supuestas lesiones culposas.
Antonio Ezequiel Báez, vecino del niño, contó que “estoy un poco shockeado, porque ver que un perro esté desgarrando a un nene de 8 años fue traumante para mí. Le pedí a Dios que el perro se quede quieto porque movía la boca, el nene gritaba y el perro le hizo un agujero en la cara, debajo del ojo”.
“Sé que esos perros una vez que traban la mandíbula no lo pueden detener; el perro quedó quieto, por eso le digo que fue un milagro de Dios. Vino el dueño, le abrió la boca y soltó al nene”, contó a Radio Dos.
“Es un antes y un después, el nene lloraba, gritaba, él iba a comprar pan, llevaba 5 pesos, iba cantando y de repente le apreció este perro y lo agarró”, expresó.
“Tras el ataque el niño quedó quieto, dejó de llorar y se miraba la manito como en shock, por eso quiero saber cómo está ahora”, relató.
“Yo al perro no lo toqué, no sabía qué hacer, si pegarle o agarrarlo, por eso sólo le pedí a Dios que se quede quieto el perro porque le estaba agarrando el brazo al nene”, describió.