Piden diez años de prisión para Marcelo D’Alessio como jefe de una asociación ilícta


El abogado José Ubeira, una de las víctimas de las actividades ilegales de Marcelo Sebastián D’Alessio, pidió hoy para él la pena de diez años de cárcel como jefe de una asociación ilícita que se valió de sus relaciones políticas y judiciales para pergeñar una maniobra en su contra y neutralizarlo como abogado de un imputado en la Causa Cuadernos.

Ubeira devaluó la figura de D’Alessio (“siento pena por él”) y focalizó su alegato en el fiscal Carlos Stornelli, quien recientemente fue sobreseído en todos los hechos por los que había sido imputado a raíz de su relación con el falso abogado.

Incluso el cierre del alegato apuntó a ambos.  Ubeira exhortó al Tribunal Oral Federal número ocho a emitir un fallo histórico. “Lo que tienen delante es un caso de enorme gravedad institucional”, advirtió. Y en ese contexto reclamó una sentencia ejemplificadora porque “si esto no queda claro para la sociedad, otros D’alessios y otros Stornellis, que están dando vueltas y habitan este edificio de Comodoro Py 2002, van a tomar coraje”.

Ubeira es querellante en la causa en la que se investiga a D’Alessio y otros integrantes de su grupo de operaciones ilegales por, supuestamente, haber diseñado una maniobra –que incluía una cámara oculta- para hacerlo “pisar el palito” y, de esa manera, maniatar sus estrategias de defensa de Oscar Thomas, un ex director de Yaciretá que había sido imputado por Stornelli y por el difunto juez Claudio Bonadio en la Causa Cuadernos. Corría 2018 y ya circulaba en Tribunales una versión que indicaba que varios empresarios imputados en ese expediente habían dejado registrado en una escribanía que aceptaban declarar como arrepentidos a cambio de recuperar la libertad, pero lo que admitían como “imputados colaboradores” no se condecía con la realidad.

El fiscal Stornelli

En ese contexto se produjo la supuesta maniobra de D’Alessio. Ubeira leyó y exhibió chats entre el falso abogado y el fiscal Stornelli en los que parecían estar hablando de esa situación. D’Alessio está siendo juzgado por ese y otros episodios; el fiscal fue sobreseído por el juez Julián Ercolini y la decisión fue ratificada por la Cámara Federal.

Ubeira bramó contra esas decisiones que exculparon a Stornelli. “En la Corte de · (el ex dictador entre 1966 y 1970, Juan Carlos) Onganía había diez veces más garantías que con estos granujas que están ahora, que nos gobiernan y que están en este edificio. Estos que están ahora hacen que les tenga que decir a mis hijas sigan en el extranjero y que no vengan para acá por un buen rato”.

A lo largo de poco más de una hora, Ubeira describió situaciones que, según él, muestran la relación entre el fiscal y el falso abogado. “Si D’Alessio no me conocía, ¿el que le dio la información quién pudo ser? El fiscal federal que sigue en funciones en este edificio y que produce dictámenes, en diferentes causas, a los efectos de generarme un problema vaya a saber de qué tipo. (…) Lo que planteaba Stornelli era neutralizarme como abogado en el ejercicio de la defensa de Thomas”.

El abogado José Manuel Ubeira.

“Estos que nos gobiernan, incluido el actual presidente de la Nación, se llenan la boca hablando  del gran país del norte (…). Imagínense lo que pasaría en Estados Unidos si un fiscal federal intentara a través de un esbirro de la inteligencia generar un problema para el ejercicio de la defensa a un abogado. ¡Se vuelven a caer las torres gemelas!”.

Aun subrayando la gravedad de los hechos que se le reprochan a D’Alessio, Ubeira explicó –con un inocultable dejo de ironía- que su figura, sentado en el banquillo de los acusados y preso desde hace cinco años, lo “conmueve”.

“Ahora lo tildan de bocón, de mentiroso…, pobre D’Alessio, me conmueve. (…) Iba a los programas de tv y hablaba del derribo de organizaciones de narcotraficantes, que era agente de la DEA, que tenía acceso al edificio, a los jueces, contacto con la ministra Patricia Bullrich. Entonces no es un loquito suelto”.

Ubeira describió el mecanismo extorsivo: “Te reventaban en un medio de comunicación,  levantaban la denuncia en este edificio y después venía D’Alessio y te decía ‘papá acá está la solución. Con el juez como todos los día. Hay que poner un 100 o un 300. Estaba todo el negocio cerrado; era verosímil, lo llevaban a la TV y lo trataban como si fuera Mandela, y en este edificio se llegó a filmar adentro del despacho de Stornelli. Le mostraba todo eso a las víctimas, ¿cómo no creerle?”.

Ubeira cuestionó la diferente manera de evaluar las conductas del fiscal provincial Juan Ignacio Bidone, ya condenado en otra causa y a la espera del juicio oral en esta que afronta D’Alessio, respecto del tratamiento a Stornelli.

“Si sos fiscal de provincia te condenan, pero si sos fiscal federal te fabrican un sobreseimiento y el procurador general te da nueve meses de ventaja para que el tipo se presentara en Dolores”, ante el juez federal Alejo Ramos Padilla. “A cualquiera de los que están en esta sala lo hubieran llevado a patadas a declarar.  Pero (el procurador interino eterno, Eduardo) Casal, uno de los más lamentables procuradores de la Nación, finalmente tiene que reconocer que efectivamente Stornelli ha incumplido y tiene que presentarse en Dolores. Y le aplica una sanción leve”.

A modo de publicidad de cine, Ubeira prometió sobre Stornelli: “próximamente en esta sala”.  Y lo calificó como “un sinvergüenza retratado, vestido en traje de fiscal, que está en este edificio y respira el mismo aire que respiro yo, que hace 40 años que ejerzo la profesión y no se meten conmigo  porque no me pueden encontrar en ningún lado. Yo pago impuestos para mantener a esta caterva de sinvergüenzas”.

“¿Qué me provoca D’Alessio?, pena. Pero que el fiscal siga en funciones y este edificio le dé el apaño que le están dando… Con  70 años de edad pienso que todos mis ideales de cuando tenía 20 se fueron por el caño”.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com