Varios países expresaron este miércoles su preocupación en Ginebra, durante una reunión celebrada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, ante la represión de las protestas en Perú contra el gobierno de la presidenta Dina Boluarte, cuyo ministro de Justicia defendió la respuesta de las autoridades, a la que calificó de «apropiada».Perú vive una ola de protestas desde el 7 de diciembre pasado, cuando el Congreso destituyó a Pedro Castillo, horas después de que anunciara el cierre del Legislativo y el establecimiento de un Gobierno de excepción con supresión de garantías constitucionales, tras varios intentos de la oposición de removerlo de su cargo.
Durante las protestas murieron 46 personas en enfrentamientos, nueve por accidentes de tránsito y hechos vinculados a bloqueos y un policía por hechos de violencia en el contexto del conflicto, informó la Defensoría del Pueblo en su último reporte.
Boluarte, que fue vicepresidenta durante el gobierno de Castillo, pidió ayer una «tregua» para terminar las movilizaciones, coincidiendo con una gran protesta en Lima en la que hubo enfrentamientos que dejaron varios heridos.
La respuesta de Perú ante la ONU
Esta situación fue abordada durante la Revisión Periódica Universal en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, un proceso al cual los 193 países miembros deben someterse cada cuatro años.«Estamos convencidos de que estamos actuando de una forma apropiada para defender la democracia y los derechos humanos», dijo ante el consejo en una alocución por video el ministro de Justicia, José Andrés Tello, informó la agencia de noticias AFP.
El ministro condenó la violencia de los manifestantes e insistió en que las acciones tomadas para restaurar el orden público fueron emprendidas en pleno cumplimiento con las obligaciones constitucionales e internacionales.
El embajador peruano ante la ONU en Ginebra, Luis Chuquihuara Chil, dijo que el gobierno está comprometido en investigar cualquier abuso.
Varios diplomáticos celebraron que el gobierno anunciara una investigación, pero señalaron su preocupación por la persistente violencia.
La preocupación internacional
La representante de Dinamarca, Astrid Ruge, expresó su preocupación «por el número de personas muertas y heridas como resultado de la respuesta de las fuerzas de seguridad a las protestas» e instó a Perú a «limitar el uso excesivo de la fuerza».
El embajador británico, Simon Manley, llamó a que haya una «respuesta proporcionada y legal a las protestas».
El representante argentino, Federico Villegas, urgió a Perú a que garantice el cumplimiento de los derechos humanos, especialmente el derecho a reunirse pacíficamente.
Las autoridades «tienen que evitar el uso desproporcionado de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad y fuerzas militares durante manifestaciones pacíficas», dijo.
Los presidentes de Chile y Colombia, Gabriel Boric y Gustavo Petro, respectivamente, han criticado también la represión de las protestas en Perú.