El jefe de Gabinete aseguró que si bien se atraviesa «una situación complicada», hay que confrontarla «con que el país hubiera terminado de quebrar» como ocurrió «en 1989 y 2001».
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, consideró este lunes que «el mayor aporte» que está realizando el Gobierno «es evitar una crisis estructural» de la economía en virtud del estado en que recibió la administración nacional, y aseguró que si bien se atraviesa «una situación complicada», hay que confrontarla «con que el país hubiera terminado de quebrar», como ocurrió «en 1989 y 2001″.
“El país lo recibimos casi quebrado, y justamente el mayor aporte que estamos haciendo es evitar una crisis estructural. Según los números de diciembre, en cualquier otro contexto histórico, estaríamos en la situación de 1989 o 2001”, dijo Peña en diálogo con radio La Red.
Incluso, consideró que los costos que está pagando la ciudadanía por las dificultades económicas habría que contraponerlas con “cómo hubiese sido si el país hubiese terminado de quebrar”.
El funcionario expresó en este contexto su pleno “acuerdo» con las conclusiones del observatorio social de la Universidad Católica, respecto a la preocupación manifestada sobre la fragilidad del empleo y el crecimiento de la pobreza.
“Estamos plenamente de acuerdo, hace tiempo venimos trabajando con el observatorio de la Universidad Católica Argentina (UCA), y venimos diciendo que el mercado laboral está estancado desde hace cuatro o cinco años, que tiene una enorme cantidad de trabajadores en negro, el problema de la falta de creación de puestos de trabajos, y también de calidad y distribución”, tanto a nivel geográfico como de edades, consignó Peña.
Respecto al aumento de la pobreza del que habla la UCA en su informe, destacó que el gobierno ha tomado medidas como «el refuerzo de planes sociales, pagos extras de 500 pesos, y ampliación de la asignación universal”, entre otras, y afirmó que el informe de la UCA “es preliminar” y que el de fin de año es el definitivo.
“Estamos trabajando para que a final de año estemos por debajo de lo que fue a principio de año. Ahora, estamos en el peor momento, pero somos conscientes y estamos trabajando en todas las medidas posibles para que eso no se profundice”, dijo.
En este contexto, al ser consultado sobre la afirmación de Jaime Durán Barba, quien afirmó que no había gente que muera de hambre en Argentina en un programa de televisión este fin de semana, Peña dejó claro que el consultor ecuatoriano “habla por él”, y que desde el gobierno están “trabajando fuerte para que no haya este tipo de situaciones, y que la pobreza más dura y estructural, que es la indigencia, tenga cobertura alimentaria”.
En cuanto a si existe gente que muera por falta de alimentos, el funcionario admitió que el gobierno “hoy por hoy, no tiene reportes” de este tipo de situación, pero dejó claro que no se animaba a afirmar que no tenían ningún caso, sino sólo que no había un reporte que indicara eso.
Respecto al aumento de tarifas, señaló que el gobierno ya otorgó 3 millones de tarifas sociales para el servicio eléctrico “para cuidar a los que menos tienen”, y respecto a los trabajadores de ingresos medios, afirmó que “se está trabajando en la recomposición de los salarios a través de las paritarias”.
“Todas las medidas tomadas desde el 10 de diciembre tienen que ver con la vocación del gobierno de reactivar la economía, pero si no bajamos la inflación es imposible que se reactive la economía”, dijo el funcionario, y agregó que mientras que “la inflación fue del 700% en los últimos años, las tarifas sólo se actualizaron 100%”.
Peña admitió que “bancar no es fácil”, y que por ese motivo es que están “muy agradecidos” por el acompañamiento de la gente, porque “no son medidas tomadas por vocación de afectar a la gente, sino de arreglar una economía muy deteriorada”.
Peña insistió en que a partir del segundo semestre la inflación va a empezar a bajar y ahí se reactivarán inversiones, sumado al plan de obras públicas, que “no estará manchado de corrupción ni de arbitrariedad para beneficiar a amigos”.