Entre los comentarios, Moore era tratado de «desagradable», de «gordo de m…» y de «ballena en un día de paseo». Uno de ellos fue aún más allá: «Es tan gordo que debería ser asesinado».
«Era un día caluroso, había bebido y me había divertido subiendo a los hombros de mis amigos. Algunos de ellos tomaron fotografías, pero eso no me afectó. Sin embargo, alguien más entre el público debe haberlo hecho. Las envió a una revista y eso provocó que todo se rieran de mí», explicó Paul sobre el origen de la viralización de la imagen.
«Un amigo me alertó de que una foto mía estaba siendo compartida en internet y que eso me iba a disgustar», relata. «Me dijeron que no debía mirarla, pero tuve una extraña compulsión a hacerlo. Fue muy decepcionante, los comentarios eran real, realmente muy agresivos».Sin embargo, Moore no podía dejar de consultarlos. «Estaba obsesionado con leerlos, aun cuando me herían muchísimo. Me hicieron sentir muy mal, me deprimí, no me había dado cuenta de qué tan grande me veía hasta que vi esa foto», reconoció.
A pesar de lo desgraciado del momento, el joven Paul, de apenas 26 años, absorbió el hecho de modo positivo. Inició una dieta y una rutina de actividades físicas, dejó de salir a beber cinco días por semana y desde aquel festival, en marzo de 2014, logró lo que nadie esperaba.
Bajó 50 kilos, y modificó su figura de modo radical, aun sin dejar de darse algunos gustos, como salir a beber con sus amigos una vez por semana. «Sé que cuando vuelva a Australia pocos me reconocerán. Pero el gran cambio es interior, me siento una persona con mucha más confianza», aseguró.