Dos de los fiscales que investigan el doble crimen de José Enrique del Rio y María Mercedes Alonso, el matrimonio asesinado a balazos hace dos meses en su casa del partido bonaerense de Vicente López, aseguraron este lunes que para ellos “no hay ninguna duda” de que el hijo menor de las víctimas detenido por el caso es el autor del doble asesinato y que todo indica que “actuó solitariamente”.Así lo manifestaron Marcela Semería y Martín Gómez, dos de los tres fiscales de Vicente López que investigan la causa y que esta mañana encabezaron junto a la Policía Científica una inspección ocular en una casa ubicada en la calle Haedo 938 del mencionado partido del norte del conurbano, que había sido alquilada por el imputado y queda a dos cuadras y media de la escena del doble crimen cometido el 24 de agosto.
“La prueba está más que clara, valorada por el juez de Garantías y por tres fiscales. No hay absolutamente ninguna duda en que Martín del Rio participó del hecho”, afirmó a la prensa la fiscal Semería al hacer una evaluación de los dos meses que hoy se cumplen por el caso.
Al mencionar las pruebas que en este expediente comprometen a Del Río (47), el otro fiscal, Gómez, enumeró “las videofilmaciones, los posicionamientos de antenas, los intercambios de mensajes, los mensajes de WhatsApp y las vestimentas”.
“Por ahora, todo indicaría que actuó solitariamente pero no podemos descartarlo porque hay diligencias pendientes de producción”, agregó el representante del Ministerio Público.
El fiscal reconoció que uno de los elementos que se buscan son los zapatos tipo trekking con los que el denominado “caminante encapuchado” –para ellos el imputado Del Rio- quedó filmado llegando a escena del crimen, aunque reveló que sí tienen otras zapatillas similares a las que usó para salir de la casa.
“Ya tenemos un par de zapatillas incautadas que están pendientes de peritación en base a las imágenes que tenemos. Son zapatillas que claramente en las imágenes se visualizaban que son de color negro con suela blanca y que son las que llevaba el día que fue detenido. También se encontraron ese tipo de zapatillas en su domicilio”, señaló.
Consultado por el pedido de prisión domiciliaria que formuló la defensa de Del Rio, Gómez dijo que no la avalarían y sobre si la fiscalía le debía una disculpa a la primera detenida por el caso, la empleada de las víctimas María Ninfa “Nina” Aquino, dijo: “No se suele pedir disculpas respecto de personas que han estado sospechadas en el marco de una investigación”.
“Estuvo detenida con fundamentos analizados por este equipo de fiscales, por el juez de Garantías y después por tres jueces de Cámara. Sin embargo, quiero aclarar que este equipo de fiscales, a tiempo siguió por la otra hipótesis alternativa, que no es lo más común”, añadió. Gómez reconoció que en la casa que inspeccionaron hoy no encontraron ningún elemento de interés, ya que “estaba completamente vacía” y que solo faltaba “vaciar la pileta”.
Se trata de una propiedad que el detenido Del Rio había alquilado, con opción de compra, junto a la agente inmobiliaria con la que tenía una relación extramatrimonial.
Dado que Del Rio tenía llave y que pasaron 14 días entre el día de los asesinatos y su detención, los fiscales no descartaban que en algún momento haya ido a descartar alguna evidencia que lo comprometa.
Más temprano, el abogado de los propietarios de la casa, Gonzalo Clariá, confirmó a la prensa que Del Rio solo cumplió un mes con el pago de los 5.000 dólares de alquiler y ahora estaban en conflicto legal para desalojarlo y recuperar la propiedad que había pactado comprar en entre 800 mil y 900 mil dólares tras 30 meses de alquiler.
“Martín del Rio alquila en diciembre esta propiedad a la sociedad Asterisco, paga en diciembre parte del depósito y luego no paga más nada. En enero ya no cumple con el alquiler, la asistente o secretaria nos informa que Martín ya tenía problemas con otras propiedades”, explicó Clariá.
“El contacto con Del Río fue el día del contrato. Una persona simpática, entradora, estaban contentos con el trato ese día. En el Veraz, estaba bien, nadie chequeó si había juicios o no, la apariencia de él era de un millonario que iba a comprar la casa”, contó el letrado.
Si bien fuentes de la investigación habían informado que hoy también se iba a inspeccionar nuevamente la casona de la calle Melo 1101 donde las víctimas fueron ejecutadas a balazos, voceros judiciales indicaron a Télam que esa diligencia quedó postergada para otro día, en el que también irán a la casa de fin de semana que las víctimas tenían en el country San Diego de Moreno.
A su vez, en estos días, el equipo de fiscales de Vicente López que junto a Semería y Gómez completa Alejandro Musso, ordenó una serie de peritajes para intentar obtener evidencia científica: ADN sobre el eventual material genético que se halle bajo las uñas de las víctimas (por si alguno llegó a arañar al asesino), cotejos balísticos con las vainas y proyectiles secuestrados en la escena y las autopsias y el análisis del distinto tipo de calzado del imputado.
Del Rio (75) padre y su esposa Alonso (72) aparecieron asesinados -él de tres balazos y ella de uno- el 25 de agosto en el interior de su automóvil en el garaje de su casona de la calle Melo 1101, de Vicente López.
Si bien la empleada María Ninfa «Nina» Aquino fue la primera detenida, el juez de la causa la liberó por falta de pruebas y el 7 de septiembre los fiscales detuvieron al hijo menor de los fallecidos, Martín, como supuesto autor de un doble parricidio con un móvil económico.
Por su parte, Del Rio cumple prisión preventiva como autor de un «doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por ser criminis causa» (matar para lograr la impunidad), delito que prevé como única pena la prisión perpetua.