Para el fiscal, «la prueba derribó el principio de inocencia» que postula la defensa
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El fiscal Juan Manuel Dávila, uno de los encargados de impulsar la acusación contra los ocho rugbiers en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, aseguró este jueves, al término de los alegatos de las partes, que «la prueba derribó el principio de inocencia» que postuló la defensa.
Dávila dijo a la prensa que de «modo alguno» el pedido de disculpas de los acusados durante sus «últimas palabras» va a modificar el fallo del tribunal ya que «los jueces van a resolver en base a la prueba, y la prueba derribó el principio de inocencia de la defensa».
También destacó que gracias a los medios de comunicación se acercaron testigos, algo que, según su experiencia, no suele ocurrir en casos que se producen en la costa durante el verano, y que «en cuarenta y ocho horas se recolectó toda la prueba».
Por su parte, Gustavo García, el otro fiscal de juicio, aseguró que «no hay una violación del principio de congruencia», tal como planteó el abogado defensor Hugo Tomei, dado que «se trata de un mismo hecho histórico» y que «solo hubo un cambio en la descripción» del mismo.
Previo a la exposición de Tomei, Dávila consideró que la jornada del miércoles, en la que se llevaron a cabo los alegatos de la acusación y la querella, tuvo un «balance muy positivo»:
«El fiscal (Gustavo) García habló de todo lo que es la descripción del hecho y yo hablé de los autores de los hechos, que es la autoría. Ya conocíamos la prueba que a la postre íbamos a demostrar. Se acreditó lo que hizo cada uno de los imputados con la certeza que se requiere. Las dos partes mantuvimos esta calificación legal, que la única pena que amerita es la prisión perpetua», aseguró. Además, admitió que no le sorprendieron los videos que presentó ayer la querella durante los alegatos.
«Sin embargo, lo que han ayudado esos registros, es individualizar físicamente el rol que tiene cada uno», reconoció el fiscal. Por último, volvió a señalar que el accionar de los imputados fue premeditado y «no hay dudas» que hubo «un plan a los efectos de matar a Fernando».
«Lo que es la premeditación no quiere decir que hayan pensado ‘hoy salgo a bailar y mato una persona’, quiere decir que instantes previos a la comisión del hecho lo que hacen las personas es ponerse de acuerdo para matarlo. Eso se puede advertir en todos los videos: que siete minutos antes salen del boliche, cruzan la calle y van al lugar donde está Fernando. Se observó que, ni bien se va el último efectivo policial, inician», concluyó.