Con el objetivo de combatir al narcotráfico, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, anunció que darán de baja los 300.000 permisos del Reprocrann, el Registro Nacional de Pacientes en Tratamiento con Cannabis, creado en el año 2020 como un instrumento de asistencia para un segmento específico de la población como parte de la política de salud pública del Estado nacional. El programa consiste en el autocultivo de Cannabis con fines medicinales, luego de la prescripción médica. La autorización oficial para esa práctica se realizaba tras completar una serie de requisitos sobre seguridad y con la supervisión de especialistas. El gobierno de La Libertad Avanza anulará esa herramienta porque considera -según justificó Bullrich- que se desvía la producción al mercado de los estupefacientes. Las organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan en este tema objetaron el argumento oficial y advierten que, justamente, «el autocultivo va en contra del narcotráfico».
La ministra de Seguridad señaló ayer a la prensa que coordinó un equipo junto a su par de Salud, Mario Lugones, para revisar los permisos y afirmó: «Vamos a dar todo de baja. Vamos a empezar de cero porque hecha la ley, hecha la trampa. Es ley el Cannabis medicinal, no el desvío de marihuana hacia el mercado ilegal».
El Registro Nacional de Pacientes en Tratamiento con Cannabis creado a través del Decreto 883/20, que regula la Ley Nº 27350 (Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados) que permite a aquellas personas que cuenten con indicación médica solicitar la autorización para cultivar para sí, o mediante un tercero (cultivadora/or solidario/a u ONG).
«Escuchar a la ministra (Bullrich) asociar el Cannabis medicinal con el narcotráfico nos hace sentir que se está volviendo a criminalizar», se lamentó Laura Caldentey, la cofundadora de Cannabis Medicinal Río Negro y Neuquén. Sucede que la funcionaria nacional sostuvo que muchas personas se aprovechan de este permiso y producen para el mercado ilegal.
Luego de conocerse la medida del Gobierno, muchas ONG, pacientes con fibromialgia, oncológicos, epilepsia, problemas motrices y con insomnio salieron a expresar su preocupación. Son miles las personas que podrían quedar expuestas de un día para el otro, con el riesgo de ser arrestadas por una actividad a la que el Estado le había dado un permiso.
Perla Peralta, titular de Evolución Verde, una organización que desde 2018 se dedica a la investigación y el asesoramiento en materia de Cannabis medicinal, muestra una posición totalmente la contraria a la de la ministra Bullrich: «El autocultivo va en contra del narcotráfico», afirma, y advierte que «lo que hace la ministra es desinformar, mezclar todo. No refleja la realidad de lo que es el Reprocrann».
La nueva mirada de Bullrich sobre el consumo de marihuana pone en peligro a todas las personas que tienen el permiso Reprocrann. Así lo afirma Caldentey. De concretarse la medida, se empujará a la ilegalidad: «Si se dan de baja todos los permisos, se lanzan todas estas personas a que sean perseguidas por la ley penal», advirtió la referente de Cannabis Medicinal.
El problema salpica de manera indirecta a la provincia de Corrientes y otros distritos, como Jujuy, que tienen en marcha proyectos industriales de Cannabis medicinal, es decir la elaboración de aceite de cannabis para pacientes con determinadas patologías. En Corrientes el proyecto está muy avanzado y comprende sembradíos de la planta con posibilidad de ampliar el cultivo en distintos puntos de la geografía provincial. ¿Qué va a pasar con el plan?
Por ahora no hay precisiones de los alcances de la medida nacional, pero se supone que tendrá que contemplar los proyectos institucionales formulados bajo la órbita estatal.