La foto fue captada el viernes pasado tras el naufragio de una precaria embarcación de madera proveniente de Libia. De ese episodio, además del bebé, murieron 45 personas y 135 sobrevivieron.
Los cuerpos llegaron el puerto italiano de Reggio Calabria el domingo a bordo de un barco de la marina de ese país.
«Sea-Watch publica estas trágicas fotografías que deben ser reconocidas por la sociedad europea ya que estas tragedias son la consecuencia de la política externa de la Unión Europea», sentenció la organización civil en un comunicado.
«Si no queremos ver este tipo de fotografías -agregó el fundador de la ONG, Harald Hoppner-, tenemos que dejar de producirlas».
Sea-Watch como todas las organizaciones humanitarias locales e internacionales que ayudan a los miles de refugiados y migrantes que todos los días intentan cruzar el Mediterráneo para construir una mejor vida en Europa reclaman a Bruselas vías legales y seguras para que aquellos desesperados por escapar de la guerra, la violencia y el hambre puedan hacerlo sin poner en peligro su vida.
Esta trágica imagen se suma a la del niño sirio de tres años Aylan, que fue captada el año pasado y que mostraba al pequeño tendido sin vida en una playa de Turquía.
La foto de este bebé vuelve a ponerle rostro a una de las tragedias humanitarias más trágicas de los últimos tiempos.
Hace pocas horas la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) afirmó que en la última semana han muerto «al menos 1.000» personas en el Mediterráneo en diversos naufragios, según han podido constatar después de hablar con los supervivientes.
«Hemos hablado con los supervivientes, estamos intentando reconstruir cuántas personas podrían ir a bordo de los barcos que han naufragado y calculamos que hay al menos 1.000 muertos en esta última semana», afirmó el vocero de la OIM en Italia, Flavio Di Giacomo.
Explicó también que en los últimos días fueron socorridas 13.000 personas que intentaban llegar a las costas europeas cruzando el Mediterráneo, pero que en lo que va de año han sido rescatadas cerca de 47.200, en línea con las 47.400 personas asistidas en el mismo periodo del año anterior.
El domingo, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) afirmó que sólo en la última semana al menos 700 inmigrantes murieron en el Mar Mediterráneo al intentar cruzar en precarias embarcaciones desde el norte de África a Italia.
Además, la agencia de la ONU para la niñez, Unicef, manifestó su alarma por la cifra de migrantes que murieron en los últimos días en el Mediterráneo, entre ellos varios niños que emprenden solos una travesía.
«Ellos sufren abusos, explotación y hasta el riesgo de muerte en cada etapa del viaje», advirtió el coordinador especial del Fondo para la crisis de los migrantes y refugiados en Europa, Marie-Pierre Poirie.
Datos de esa agencia reflejan que un promedio mensual de mil menores de edad llegaron este año a Italia y esta semana murieron al menos 40 chicos, una tragedia que Unicef definió como «genocidio».