Opositores al Gobierno iraní desestimaron el anuncio de la disolución de la policía de la moral en Irán, implicada en la muerte de la joven kurda iraní Mahsa Amini por usar de forma incorrecta el velo islámico, y advirtieron que las autoridades seguirán aplicando sus estrictas normas sobre la vestimenta de las mujeres.El fiscal general de Irán, Mohammad Jafar Montazeri, anunció este domingo la disolución de esta unidad especial de la policía encargada de hacer cumplir el código de vestimenta y que tiene la potestad para detener a las mujeres que consideren que llevan el velo de forma inapropiada.
El anuncio se produjo cuando Irán se encuentra sumido en una ola de protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Amini, de 22 años, que falleció tras ser detenida por la policía de la moral por no llevar correctamente el velo, cubriendo su cabello.
Roya Boroumand, cofundadora del grupo de derechos Abdorrahman Boroumand Center, con sede en Estados Unidos, dijo a la agencia de noticias AFP que «a menos que eliminen todas las restricciones legales sobre la vestimenta de las mujeres y las leyes que controlan la vida privada de los ciudadanos, esto es sólo una medida de relaciones públicas«.
Según ella, «aunque no haya policía de la moral, nada impide que otras fuerzas del orden apliquen estas leyes discriminatorias».
Este lunes en Irán reinaba cierta confusión sobre el anuncio de Montazeri, ya que sólo dos diarios reformistas publicaron la noticia en su portada y los medios conservadores lo ignoraron en gran medida.
«El fin de la policía de la moral», titulaba el diario Sazandegi. Pero el periódico Sharq se mostró más prudente. «¿Es el fin de las patrullas?», se preguntaba, señalando que el servicio de comunicación de la policía no lo habían confirmado.
«No debemos dejarnos engañar por las maniobras que emplea la República Islámica en momentos de desesperación, ya que podrían volver con otras políticas y medidas restrictivas», dijo Omid Memarian.
El anuncio del fiscal, considerado como un intento de aplacar las protestas por Amini, que dejaron cientos de muertos entre represión y hechos de violencia, llegó un día después de que autoridades revelaran que estaban revisando la ley de 1983 sobre el velo obligatorio.
Sin embargo, parecía ser una respuesta improvisada a una pregunta en una conferencia, en lugar de un anuncio preparado sobre esta unidad, que está dirigida por el ministerio del Interior y no por el poder judicial.
Pero, incluso si se disuelve esta unidad, su supresión no supondría ningún cambio en la política iraní de imponer el velo obligatorio a las mujeres -un pilar ideológico clave para sus dirigentes clericales-, sino un cambio de táctica en cuanto a la forma de aplicarlo, advierten los activistas.
La norma fue adoptada cuatro años después del triunfo de la Revolución Islámica de 1979, que derrocó a la monarquía del sha Reza Paklevi apoyada por el Imperio británico. Instauró una república gobernada por clérigos musulmanes no electos y funcionarios electivos de menor rango.
La legislación establece que tanto las mujeres iraníes como las extranjeras, independientemente de su religión, tienen que cubrirse el pelo con un velo y llevar ropa holgada en público.
La legislación establece que tanto las mujeres iraníes como las extranjeras, independientemente de su religión, tienen que cubrirse el pelo con un velo y llevar ropa holgada en público
La policía de la moral, conocida como Gasht-e Ershad (patrullas de orientación), comenzó a circular por las calles en 2006, tras su creación durante la presidencia del ultraconservador Mahmud Ahmadineyad (2005-2013).
Pero la cúpula clerical de Irán venía aplicando normas de vestimenta, incluido el pañuelo obligatorio que las mujeres deben llevar en público, desde mucho antes.
El hiyab «sigue siendo obligatorio», dijo Shadi Sadr, cofundadora de la ONG Justice for Iran, con sede en Londres. Aunque las protestas comenzaron por la muerte de Amini, «los iraníes no descansarán hasta que el régimen desaparezca», estimó.
La violenta represión de las protestas dejó al menos 448 muertos, según la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.
Para Omid Memarian, analista de Irán para Democracy for the Arab World Now (DAWN) «la supuesta suspensión» de la policía de la moral «no significa nada, pues ya se había vuelto irrelevante debido al nivel masivo de desobediencia civil de las mujeres y al desafío de las normas relacionadas con el hiyab».
No obstante, para el analista, el uso obligatorio del velo es «uno de los pilares de la República Islámica». «Abolir esas leyes y estructuras significaría un cambio fundamental en la identidad y la existencia de la República Islámica», señaló.