Fue una serie de ataques coordinados y simultáneos seguidos de tiroteos en pleno centro de la capital de Indonesia, Yakarta, que fueron reivindicados por la milicia islamista radical Estado Islámico.
El de hoy se suma a una ola de ataques perpetrados por la milicia radical que en sólo diez días dejó más de un centenar de muertos en Libia, el 4 y 7 de enero; en Egipto el 7 de enero, y en Afganistán, ayer.
La Policía precisó que en el ataque inicial en la capital indonesia participaron entre 10 y 14 hombres armados, dos de los cuales murieron tras detonar los explosivos adheridos a su cuerpo, informó el portal de noticias Rappler, según consignó EFE.
El balance de víctimas es provisional, indica el diario indonesio Kompas, que agrega que se está a la espera de un pronunciamiento oficial al respecto.
La primera explosión ocurrió al mediodía (local) en un puesto de policía y tras el estallido se inició un intenso tiroteo seguido por más explosiones, informó el canal local DetikTv, que mostró fotografías recolectadas en las redes sociales donde se puede observar el cuerpo de al menos un oficial de la policía tirado en el asfalto.
El intercambio de disparos y otras detonaciones continuaron en un cine y en un local de la cadena Starbucks situados en el centro comercial Sarinah, en el barrio de Jalan Thamrin, cercano al palacio presidencial y a oficinas de la ONU.
Un par de horas después, la milicia islamista radical Estado Islámico (EI) reivindicó los ataques a través de la agencia Al Amak, considerada un altavoz del grupo yihadista, según informó la agencia de noticias DPA.
El jefe de la Policía de Yakarta había afirmado previamente que el EI estaba «definitivamente» detrás de los ataques y que en diciembre pasado los yihadistas habían advertido en redes sociales y páginas web que celebrarían un ‘concierto’ en Yakarta.
La policía indonesia dio por terminado el ataque y aseguró que «todos los asaltantes han sido neutralizados», declaró el portavoz de la Policía, Iqbal Kabid, a la agencia Antara.
Las autoridades indicaron que «han limpiado» todos los edificios del complejo comercial donde al menos seis asaltantes se había parapetado tras las deflagraciones y donde se registraron intercambios de disparos en un cine.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, condenó los ataques y ordenó a las fuerzas de seguridad perseguir a los autores.
«Todos estamos de duelo por las víctimas caídas de este incidente, pero también condenamos el acto que ha perturbado la seguridad y la paz, y ha sembrado el terror en nuestro pueblo», dijo, asegurando que su país no cederá ante «actos de terror».
El subdirector de la policía, Budi Gunawan, indicó a los medios que también fallecieron dos civiles y otras 10 personas resultaron heridas, entre ellas cinco policías, además de un alemán y un holandés.
Pese al anuncio del fin del ataque, la policía sigue protegiendo otros edificios de la zona.
Indonesia permanecía en alerta por posibles ataques contra las autoridades locales y lugares frecuentados por extranjeros.
Indonesia, el país islámico más poblado y donde los musulmanes componen el 88% de sus 250 millones de habitantes, ha sufrido varios ataques perpetrados por radicales islamistas.
De éstos, el de mayor envergadura se registró en 2002 en la turística isla de Bali y causó 202 muertos, en su mayoría turistas australianos.
El EI, cuyo constante avance militar desdibujó en los últimos dos años las fronteras de Siria e Irak heredadas del tratado Sykes
Picot (1916) y fundó un califato a fines de junio de 2014 en parte de esos territorios, extiende ahora su presencia con una ola de ataques en Libia, Egipto, Afganistán, al que se suma el de Yakarta hoy.
El gobierno turco, además, responsabilizó al grupo yihadista de estar detrás del atentado que anteayer dejó 10 muertos en el corazón turístico de la ciudad de Estambul. La milicia radical hasta ahora no asumió la autoría de ese ataque.