Una familia fue víctima de una violenta usurpación en el barrio Cerro Solo. La propietaria denunció amenazas, agresiones y el robo de todos los elementos que había en la vivienda que aún estaba en obra.
La damnificada, Cynthia Romero, contó que “nosotros hace cuatro años que estamos construyendo y nos llamó un vecino diciendo que había gente en la casa. Estaba quedándose mi primo y él salió a trabajar, se ausentó por la noche, entonces lo llamo y me dice que no estaba en la casa”.
Agregó que “cuando llegamos al lugar estas personas estaban adentro, nos habían roto la puerta, el candado, y pusieron una cerradura por dentro y pasadores. Mi marido golpea la puerta y le dijeron que eran los dueños, que estaba vacío, que no era de nadie y ahora era su casa”.
Así, la mujer relató que “mi marido les dijo que salieran, que charlemos porque no era así entonces empezaron a ponerse agresivos y a gritar, que era de ellos y a amenazar. No tuvo más opción que empujar la puerta para abrirla y que salieran, pero en eso llamamos a la policía para que intervenga”.
Amenazas y violencia
La mujer contó que antes de lograr ingresar, uno de los hombres salió gritando y amenazando, diciendo que la casa era suya y que los iba a quemar vivos. “Fueron muchas las agresiones. La policía lo redujo porque estaba con un cuchillo o algo similar, no pude ver bien. Yo entré a hablar con las mujeres y también mi hija con mi bebé de 2 meses, y una de ellas la empujó hacia fuera, no permitieron que entrara pese al frío”, lamentó.
Afuera, la situación no mejoró: “Empezaron a llegar más familiares de ellos que querían entrar, la policía no los dejó y redujo al hombre que estaba exaltado, a los gritos y a los golpes”, recordó.
El rol del supuesto vecinalista
Romero indicó que en medio del caos llegó un hombre de nombre Mario, quien dijo ser vecinalista de la manzana y a quien conocían desde que iniciaron la construcción. Según su testimonio, Mario los acusó de haber abandonado la vivienda y de haberla vendido, y resultó ser el padre del hombre que fue detenido.
“No podía creerlo porque tuve contacto con este hombre hasta diciembre, preguntándole cómo hacer las cosas para gestionar servicios. Está todo en regla”, sostuvo.
Tras el desalojo, Romero aseguró que recibió un mensaje del supuesto vecinalista diciendo que el detenido era su hijo, y agregó: “Me doy cuenta que su hijo también tiene un terreno, porque cuando fui a hacer los papeles de la luz, sale su nombre en el plano. No entiendo por qué necesita este lugar si ya tiene uno”.
Robaron todo lo que pudieron
Además de ocupar ilegalmente el domicilio, los usurpadores robaron materiales de construcción, una bajo mesada completa, ropa, calzado y objetos de valor.
“Nosotros, con mucho esfuerzo, compramos el terreno y empezamos a construir. Ellos se llevaron todo, lo que no les servía lo tiraron en el fondo. Aún estamos pagando muchas de esas cosas”, denunció.
Viviendo con miedo
Tras lo sucedido, la familia se vio obligada a mudarse a la casa sin gas natural, calefaccionándose únicamente con un caloventor, en medio de las amenazas constantes.
“Estamos cuidando la vivienda, vamos a estar todo el tiempo ahí. Estamos haciendo una puerta reja, cambiando la puerta porque la rompieron. La policía no pudo hacer más que detenerlo y ahora ya está libre, pero es un peligro porque nos amenaza”, expresó.
Cynthia también contó que recibió un mensaje anónimo que la instaba a presentarse ante la vecinal del barrio Isidro Quiroga, sin identificar al remitente. “Cuando se fue esta familia me dijeron que me iban a quemar la casa, que acá no íbamos a vivir, y amenazaron a mi hija por Facebook”, relató.
“La gente que nos conoce sabe todo lo que luchamos para poder construir nuestra casita, pero no sabemos qué esperar de esta gente”, concluyó la damnificada.