Última aparición pública del papa Francisco, ayer, Domingo de Resurrección. La muerte se ha producido este lunes en su residencia del Vaticano. EFE/ANGELO CARCONI
La muerte del papa, a los 88 años, ha sido anunciada en un vídeo mensaje por el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel.
“Con profundo dolor tengo que anunciar que el papa Francisco ha muerto a las 7.35 horas de hoy, el obispo de Roma ha vuelto a la casa del padre, su vida entera ha estado dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia y nos ha enseñado el valor del evangelio con fidelidad, valor y amor universal y en manera particular a favor de los más pobres y marginados”, anunció Farrel.
Y continuó: “Con inmensa gratitud por su ejemplo como discípulo del Señor Jesús recomendamos el alma del papa Francisco al infinito amor misericordioso de Dios Uno e trino”.
En el vídeo, grabado en la capilla de la Casa Santa Marta, también aparecen el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y el sustituto de la secretaria de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra, y el maestro de ceremonias, Diego Ravelli.
Convaleciente de una infección respiratoria
La muerte ha sorprendido al papa argentino cuando estaba en el periodo de convalecencia en su residencia tras un ingreso de 38 días originado por una neumonía bilateral que le ocasionó dos crisis respiratorias que pusieron su vida en peligro.
El pontífice ingresó el pasado 14 de febrero en el Hospital Gemelli de Roma a causa de una neumonia bilateral, que afecta a los dos pulmones, originada por diferentes microorganismos que complicó su estado de salud no solo con dos crisis respiratorias, sino también con una insuficiencia renal que superó.
Francisco también padeció una bronquiectasia que, según los expertos, es muy frecuente en personas que tienen una patología respiratoria de base como asma, bronquitis o bronquitis asmática.
Un escenario que encendió las alarmas sobre su estado dada su avanzada edad y por el hecho de que le fue extirpado una parte del pulmón durante su juventud, con 21 años, a consecuencia de una grave neumonía.
En su estancia en el hospital necesitó ventilación mecánica no invasiva y fisioterapia respiratoria, además de perder la voz que fue recuperando de forma lenta y que aún se le notaba débil.
Durante la mayor parte de su ingreso en el Gemelli el papa tuvo pronóstico reservado y en las dos crisis respiratorias su vida estuvo en peligro.
Francisco recibió el alta el pasado 23 de marzo del Hospital Gemelli pero continuó con su recuperación en su residencia del Vaticano con apariciones muy esporádicas.
Su última aparición pública
Francisco, que había estado ausente en todos los ritos de la Semana Santa al seguir convaleciente, apareció este Domingo de Resurrección en el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro para la bendición Urbi et Orbi.
Después recorrió la plaza en papamóvil a pesar de sus condiciones de salud en lo que ahora puede considerarse su último adiós a los fieles.
El papa recorrió la plaza de San Pedro en papamóvil durante varios minutos e incluso detuvo el vehículo para bendecir a algunos niños, aunque se le notaba muy ausente y con dificultad en los movimientos.
Durante la mañana, recibió al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en su residencia de Santa Marta para un breve saludo e intercambiar una felicitación por la Pascua, informó la oficina de prensa del Vaticano.
Las otras enfermedades del papa
Hace casi dos años, el 7 de junio de 2023, el papa fue intervenido de una hernia abdominal para evitar una obstrucción intestinal y que fue fruto de una antigua operación de peritonitis en su país que, quizá, según los médicos del Gemelli, le habrían dejado “adherencias” o cicatrices internas en el intestino.
A finales de marzo de 2023 también estuvo ingresado en el hospital romano por una “pulmonía aguda”.
Francisco fue además operado del colon por diverticulos en el mismo centro sanitario el 4 de julio de 2021, con la extirpación de 33 centímetros de intestino, y fue dado de alta después de diez días, a los que siguió una lenta recuperación.
El primer papa latinoamericano
Jorge María Bergoglio, de origen italiano, nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936 y se convirtió en el primer papa latinoamericano y también el primer jesuita que llega al Estado Vaticano.
Graduado en Ciencias Químicas y licenciado en Filosofía y Teología, en 1958 ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús.
Creado cardenal por Juan Pablo II en 2001, entre 2005 y 2011 presidió la Conferencia Episcopal Argentina.
El 13 de marzo de 2013 fue elegido papa en el segundo día de cónclave y al quinto escrutinio y se convirtió en el pontífice número 266 de la Iglesia católica, obispo de Roma y octavo jefe del Estado Vaticano en sustitución de Benedicto XVI.
Cercano y sencillo, Francisco impuso un nuevo estilo en las formas y ornamentos pontificales. En su primera aparición como papa se presentó con la sotana blanca, sin la tradicional muceta roja y con una estola más sencilla que la usada por sus antecesores.
Rehusó también a los zapatos rojos de los papas; llevaba la cruz pectoral de su etapa de arzobispo y el anillo del Pescador, símbolo de poder papal que, aunque bañado en oro, mandó confeccionar en plata.