He aquí algunos ejemplos que han quedado en los anales de la historia política.
– Kennedy-Nixon, 26 de septiembre de 1960
Es el primer debate televisado -en blanco y negro- y a partir de entonces la imagen cobró un papel primordial en la política.
Tras dos mandatos como vicepresidente de Dwight Eisenhower, el republicano Richard Nixon era el favorito para ganar la elección.
Pero ante 66 millones de telespectadores, se presenta pálido -rechazó maquillarse- y sudoroso, mientras que el joven senador de Massachusetts John F. Kennedy luce bronceado y seguro de sí mismo. Cuando toma la palabra, el demócrata mira directamente a la cámara, al elector, mientras que el republicano se dirige al moderador.
Se desconoce la influencia que tuvo el debate en el electorado, pero Kennedy ganó la elección.
– Ford-Carter, 6 de octubre de 1976
Tras un primer debate marcado por un fallo de sonido en pleno directo, el presidente republicano saliente Gerald Ford comete una metedura de pata irreparable en su segundo cara a cara con Jimmy Carter.
En plena Guerra Fría, asegura que «no hay dominio soviético en Europa del Este y nunca lo habrá durante una administración Ford», pese a que la URSS tiene tropas desplegadas en varios países. Ford tardará seis días en reconocer que hay tropas soviéticas en Polonia y asegura que hablaba del espíritu de resistencia de sus pueblos.
– Reagan-Mondale, 21 de octubre de 1984
El presidente republicano saliente Ronald Reagan tiene 73 años cuando aspira a la reelección ante Walter Mondale, de 56. Pero transforma lo que podría ser un óbice en baza, con una fórmula que ha pasado a la historia: «No voy a convertir la edad en un asunto de campaña. No voy a explotar, por razones políticas, la juventud y la inexperiencia de mi adversario».
– Bush-Clinton-Perot, 15 de octubre de 1992
El segundo debate presidencial se celebra a tres: el candidato independiente Ross Perot, el presidente saliente George Bush y su futuro sucesor Bill Clinton. Una imagen le saldrá cara a Bush, que mira ostensiblemente su reloj durante una pregunta del público.
Años después, reconoció que odiaba los debates: «quizá era por eso que miraba (mi reloj), y pensaba: ‘solo diez minutos más de esta porquería'».
– Obama-Romney, 22 de octubre de 2012
Ante el presidente saliente Barack Obama, Mitt Romney lamenta que la marina estadounidense tenga menos navíos que en 1916.
«Señor gobernador, también tenemos menos caballos y bayonetas, porque la naturaleza de nuestra armada ha cambiado. Tenemos lo que llamamos portaaviones, en los que aterrizan aviones. Tenemos estos navíos que van bajo el agua, los submarinos nucleares», se burla el demócrata, una respuesta que se hizo viral en internet.
– Trump-Clinton, 9 de octubre de 2016
El segundo debate de la presidencial de 2016 ha pasado a los anales por su virulencia. Contra las cuerdas tras la divulgación de un vídeo en el que se jacta de agarrar a las mujeres «por los genitales», Donald Trump contraataca en el plano personal y asegura que el expresidente Bill Clinton, marido de su rival, «abusó de mujeres».
Prometió nombrar a un fiscal especial para realizar una investigación contra la candidata demócrata Hillary Clinton sobre el uso del correo privado cuando era jefa de la diplomacia estadounidense. «Sería excelente que alguien con el temperamento de Donald Trump no esté a cargo de la ley en nuestro país», dijo ella. «Usted estaría en la cárcel», replicó el republicano.
– Trump-Biden, 29 de septiembre de 2020
Hubo gritos e insultos en el primer debate de la presidencial de 2020, a la que aspiraban Donald Trump y Joe Biden. El presidente saliente Donald Trump no para de interrumpir a Joe Biden, que termina por espetarle: «¿Te puedes callar, hombre?»
El demócrata califica también a su adversario de «payaso» y de «perrito faldero de (Vladimir) Putin». De manera premonitoria, Donald Trump se niega a decir si reconocerá el resultado de la elección.
Incapaz de poner orden a los dos candidatos, el moderador del debate, el periodista de Fox News Chris Wallace, confesará que estaba «desesperado».