Ansiosos por conocer al nuevo presidente y, sobre todo, plantearle sus propuestas para «compensar» los recortes derivados de la reforma de Ganancias y las modificaciones en el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), entre otros temas, los 23 gobernadores y el jefe de gobierno porteño se reunieron durante dos horas y media este mediodía con Javier Milei, en la Casa Rosada. La asistencia, sin distinción por color político, fue perfecta. Y el Presidente les confirmó que dará marcha atrás «de manera transitoria» la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias aprobada durante la anterior gestión. El tributo, según se informó, sería revisado anualmente en cada ley de Presupuesto.
Milei, que estaba desde temprano en su despacho de Balcarce 50 junto a Karina Milei y Santiago Caputo, se sentó en la punta de la larga mesa de madera del salón Eva Perón. A su izquierda se ubicaron el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el ministro del Interior, Guillermo Francos -que organizó el encuentro- y la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. A la derecha, la vicepresidenta, Victoria Villarruel, presidenta del Senado, y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem. En tanto, cada gobernador tenía pre-asignado un lugar específico, marcado con sus nombres en papelitos ubicados frente a cada silla. El bonaerense Axel Kicillof fue ubicado en el punto más cercano al Jefe de Estado, al igual que el catamarqueño Raúl Jalil.
A partir de las 11.30 empezaron a llegar los mandatarios por la explanada de Balcarce 24. Todos habían confirmado, y todos asistieron. Los primeros en arribar, juntos, fueron los de Juntos por el Cambio, Jorge Macri (CABA); Rogelio Frigerio (Entre Ríos); Maximiliano Pullaro (Santa Fe); Ignacio Torres (Chubut); Claudio Poggi (San Luis); Carlos Sadir (Jujuy): Gustavo Valdes (Corrientes); Leandro Zdero (Chaco) y Alfredo Cornejo (Mendoza). Varios de ellos aprovecharon para tomarse una foto juntos en el Salón Sur, en una señal de que buscarán trabajar en bloque a pesar del desmembramiento de la coalición y las incendiarias internas que se desataron dentro del Pro y la UCR tras la derrota electoral.
Luego fue el turno de los líderes de fuerzas provinciales, como el filo peronista Alberto Weretilnek (Río Negro); Rolando Figueroa (Neuquén); Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Vidal (Santa Cruz). Y finalmente, pasadas las 12, los peronistas y kirchneristas, que también se sumaron en conjunto: Sergio Ziliotto (La Pampa) Raúl Jalil (Catamarca); Axel Kicillof (Buenos Aires); Gildo Insfrán (Formosa); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Osvaldo Jaldo (Tucumán); Hugo Passalacqua (Misiones); y Ricardo Quintela (La Rioja).
Pasadas las 14, cuando la reunión llevaba casi dos horas de duración, Jorge Macri salió brevemente a atender un asunto personal, y aseguró a los periodistas acreditados que la reunión, que había empezado 12.20, se estaba llevando en buenos términos. Terminó poco después de las 14.30 y la mayoría se retiró sin hacer declaraciones.
Los gobernadores planeaban poner sobre la mesa una diversidad de temas que los preocupan: el futuro de la coparticipación (Francos asegura que no se tocará a pesar de las versiones que circularon entre los libertarios más ortodoxos durante la campaña); el recorte y el traspaso del manejo de los codiciados Aportes del Tesoro Nacional (ATN) de la órbita de Interior a Economía; el impuesto a las Ganancias; el pago de sueldos y de bonos de fin de año; el freno a la obra pública; los fondos para las cajas jubilatorias. El Gobierno, por su parte, espera asegurarse apoyo legislativo para el misterioso paquete de leyes con reformas de distintos tipos -jubilatoria, económica, tributaria, etc- que prepara desde antes de asumir y que enviará al Congreso próximamente.
Los gobernadores, acostumbrados a jugar de manera independiente (o, en el mejor de los casos, agrupados por afinidad política, personal o geográfica), se unieron en un único grupo de WhatsApp llamado «23 gobernadores y un jefe de gobierno», donde están muy activos y conversan a diario. Desde el balotaje, por esa vía compartieron las demandas y reclamos que tenían pensado hacerle conocer al Presidente desde sus distritos. Y se las transmitieron a el viernes a Francos en la videoconferencia preparatoria citada cuatro días antes del encuentro con Milei.
Ese día los radicales estuvieron presentes de manera presencial junto al funcionario en la planta baja de la Casa Rosada y el resto participó por Zoom desde sus territorios. La intención de la charla fue evaluar las demandas, para que el Gobierno pudiera preparar las respuestas y acelerar las modificaciones en la letra de las iniciativas legislativas, el programa económico y el DNU de desregulación de la economía según el resultado.
Francos le trasladó a Milei las inquietudes recogidas entre los representantes del interior durante el fin de semana. Según dejaron saber en Casa Rosada, el mensaje principal del jefe de Estado girará en torno a transmitir que el «esfuerzo» debe ser compartido entre todos los sectores. Según fuentes gubernamentales, el Gobierno les exigiría que exhiban «orden» y «equilibrio» en las cuentas de cada distrito para empezar a hablar de compensaciones.